Como ya saben, estamos
dedicando unos artículos a los “inmortales” de la Real Academia Española (RAE),
poniendo palabras que se usan ordinariamente, pero que estos “inmortales” no
admiten o no tienen registradas. Hoy vamos a cambiar un poco el asunto.
Suponemos que habrán leído
las últimas normas aprobadas por la RAE no hace mucho tiempo, referentes a la
ortografía de nuestro idioma. Si la destrucción y desmembración de España ya
era cosa hecha, ahora con las citadas normas sobre el lenguaje, que era lo poco
que teníamos en común los españoles, el asunto ha llegado a su clímax ¡Lo que
nos faltaba!
Por ejemplo, las palabras
“guión”, “truhán” y “sólo”, cuando es adverbio, ya no llevarán acento. Además, la “ch” y la
“ll” han sido borradas, con lo que nuestro alfabeto pasa a tener 27 letras, en
lugar de 29. Dicen los sesudos de la RAE, que las nuevas normas traerán “más simplicidad y coherencia, reduciendo
los espacios de duda”. Esperemos
que no borren la “eñe”, porque entonces sucederá lo que se ve y se oye en el vídeo
que adjuntamos al final.
Por otra parte, la “y” se
llamará “ye” ¡Menudo jaleo para los bablistas de la “llingua”! Siguiendo esta lógica
“jaimitera”, se supone que la letra “x” pasará a llamarse “xe” ¿no?
Además, estos “inmortales” de
la RAE cambiaron la letra “q” por la “c” o la “k”. Es decir, “quórum” será “cuórum”
y “Qatar” será “Catar”, etc. A lo mejor algún día cambian la palabra “percatar”
por “perordeñar”, oiga.
Víctor García de la Concha ha
dicho una frase que ni el mismísimo Kalikatres de “La Codorniz” comprendería: “Escribir como se habla, hablar como se
escribe”.
Otro sesudo dijo en su día que
había que “conectar España con América”
porque “América es futuro, presente y
pasado de la lengua española”. Otro dijo que “las lenguas cambian en el tiempo y se diversifican en el espacio”
¡Oh Kakikatres!
Si hay que conectar con
América, a ver cómo se hace. Si en Venezuela, por ejemplo, a un lápiz de
memoria USB se le llama “perolito”;
si en Mejico a un policía se le llama “canijo”;
si en Argentina se dice “vení” por
ven, “tenés” por tienes, o “sentate” por siéntate, etc, ¿se podrá
llamar la atención a una persona española que diga “Vení acá y sentate. Vos me enseñás el perolito, pero tenés cuidado de
que no lo vea el canijo”.
En fin, el desmadre está servido.
Nosotros seguiremos escribiendo a la vieja usanza y al “itálico modo”, que
diría Íñigo López de Mendoza, alias el Marqués de Santillana.
¡Ah!, ¿será verdad aquel lema
de “Limpia, fija y da esplendor”? ¿No quedamos en que LIMPIA es extraer
del idioma las palabras no reconocidas como propias? ¿No quedamos en que FIJA
es mantener el sistema de nuestro lenguaje? ¿No quedamos, asimismo, que el ESPLENDOR
tiene por objeto la educación en lo que se refiere a las normas de nuestro
idioma? A lo mejor el nuevo lema queda en “Linpia,
figa y da explendor”, oiga.
Pinchen,
escuchen y vean.
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