jueves, 4 de junio de 2020

Memoria histórica. Masacre comunista en Alemania Oriental



En junio de 1953 tuvo lugar en Alemania Oriental una masacre comunista. Se cumple este mes el sexagésimo séptimo aniversario de dicha masacre.

La gente se lanzó a la calle con los gritos de “No queremos ser esclavos. Queremos la libertad”; “Abajo los cupos de trabajo”; “Todos los alemanes unidos”, etc, manifestándose los trabajadores ante el edificio del antiguo Ministerio del Aire del mariscal Göering. Viendo que tanto el primer ministro Grottewohl, como el viceprimer ministro Walter Ulbricht (el Lenin alemán) no aparecían ante los manifestantes, éstos comenzaron a gritar hasta que apareció Fritz Selbmann, ministro de Minas y Siderurgia. No conformes con este personaje, declararon un ultimátum:

“Si Ulbricht o Grottewohl no han comparecido ante nosotros antes de mañana por la mañana a primera hora, garantizándonos mejores cupos de trabajo y más alimentos, declararemos la huelga general. Ya hemos tenido bastante”.

Al día siguiente de estos incidentes, el miércoles 17 de junio de 1.953, varios berlineses murieron al ser tomadas las calles por tropas rusas que ametrallaron a los manifestantes, que gritaban “¡Abajo el comunismo!”, “¡Iván, vuelve a tu casa!”, “¡Queremos elecciones libres y una Alemania Unida!”.

El jueves 18, la Agencia soviética ADN anuncia “la ejecución sumarísima de un berlinés acusado de sabotaje”. Se le acusa, ¡como no!, de actuar “en beneficio de un servicio de información extranjero”. La víctima se llamaba Willy Goetting.

Ese mismo día en Magdeburgo hubo 20 muertos entre los manifestantes anticomunistas que se enfrentaron a los tanques soviéticos.

El órgano oficial del partido comunista, “Neues Deutschland, en un editorial dice que los incidentes han sido desencadenados “por provocadores occidentales”. Reconociendo que hubo disparos durante las manifestaciones, el citado periódico continúa:

“Mucha gente se pregunta si era necesario. Era necesario porque había que enseñar a los traficantes de guerra del Oeste una lección decisiva. Era necesario en el interés nacional del pueblo alemán para impedir a Alemania se dirija a la catástrofe por tercera vez”.

¡Pensar que aún hoy, sesenta y siete años después, hay quien defienda todo este terror y todo este horror y que todavía se atreven a  sacar pecho diciendo que lucharon y que luchan por las libertades y la democracia y que tienen el cinismo de llamar asesinos a  los miembros de un partido que les da ciento y raya en democracia y libertad y que, por supuesto, no ha sacado los tanques a la calle para reprimir ninguna manifestación de trabajadores. . .!.  ¡Pensar que están clamando por un sistema que representa a la vez la esclavitud política y económica, a pesar de haberse comprendido con nitidez sus mentiras y sus falacias . . .!



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