Como ya saben, el ínclito e inefable “Sancheznstein”
dijo aquella “gran frase” que después del estado de alarma llegará la “normalidad
vigilada”. ¡Cáspita! ¡Pardiez! ¡Demonios! ¡Caramba! ¡Caracoles! ¡Diantre!
¡Zambomba! ¡Olé!, ¡qué expresión digna de un tarado, de un loco o de un
chiflado o de un caradura!
Y caradura es, entre otras cosas, por no haber
dimitido después de su recorrido de error tras error, además de mentir sobre
los contagios y muertos por mor del coronavirus.
Tarado y loco es por haber proclamado “alto y
claro” ¡Viva el 8 de marzo!, manifestación de tinte ideológico a favor del
gobierno, que costó miles y miles de contagios y muertos.
Tarado, loco y chiflado por expulsar y despedir al
Jefe de la Guardia Civil madrileña Diego Pérez delos Cobos, por el mero y puro
hecho de no revelar secretos, como dice la Ley.
De tarado, loco, cínico y mentiroso, es decir que
después de una pandemia de casi 40.000 fallecidos, “saldremos más fuertes”.
Habrá que decirle a este sujeto que mientras no se
descubra una vacuna para aniquilar el virus, la “nueva normalidad” es un cuento
de hadas, aunque de esto nada se le dice al “pueblo soberano”, al que se le
machaca con lo de la ideología de género por los cuatro costados, ya sea en la
prensa, en los colegios o en universidades ya que, los “proyectos” de este dúo
tiránico que tenemos en el poder, ya sabemos cuáles son: relativismo moral,
agnosticismo, ateísmo, etc, transmitiendo que con estos conceptos se construye
la verdadera democracia, aunque la Historia, a la que tanto echan mano cuando
les interesa, ha demostrado que estos “valores democráticos” son totalitarios
por el simple hecho de negar al individuo y a su libertad. Estos “valores” sí
que son suficientes para destruir la democracia, como ocurrió en la
destartalada URSS y en los míseros países actuales de Corea del Norte, Cuba,
Venezuela y alguno más.
Como ya hemos dicho en otra ocasión, a esta pandilla
de íncubos, o de súcubos que nos desgobiernan, les recomendamos más Trivium y
más Cuadrivium.
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