martes, 12 de marzo de 2019

Persecución comunista de los homosexuales




Este es otro hecho que los de la internacional de la mentira, del odio y del terror, se callan: la persecución del comunismo a los homosexuales, sodomitas, gomorritas, maricones, o como quieran ustedes llamarlos.

Como ya sabrán, miembros y “miembros” del comunismo figuraron, y figuran, en manifestaciones de los de la LGTB (no confundir con Lérida, Gerona, Tarragona y Barcelona).

En el libro “El origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado”, escrito por F. Engels en dos meses en el año 1884, y que el autor consideraba como “en cierto grado un cumplimiento del testamente” de Karl Marx, y que el siniestro Lenin asimismo consideraba como “una de las obras fundamentales del socialismo moderno”, libro publicado por Editorial Sarpe, Madrid 1983, 304 páginas, pues eso, en el citado libro comenta Engels la degradación y degeneración de los antiguos griegos que “cayeron en la abominable práctica de la sodomía”.

Tal persecución estuvo vigente en Bulgaria, Alemania del Este, China, Corea del Norte, Hungría, Polonia, Rumania, Laos, y en la destartalada URSS. En el “modelo referencial”, es decir en Cuba, el también siniestro Che Guevara los llamaba “putos”. Y sátrapa Fidel Castro, como ya hemos dicho en otra ocasión, llamó “mariconsón” a uno que le había gastado una broma telefónica.

En la implosionada URSS, a los homosexuales se les obligaba a dormir junto a las letrinas.

En el libro de Nicolás Márquez y Agustín Laje intitulado “El libro negro de la nueva izquierda”, libro que comentaremos próximamente, se lee que “Entre 1934 y 1980 fueron condenados cerca cincuenta mil homosexuales al Gulag”.

Los periódicos del régimen comunista de la URSS “Pravda” e “Izvestia”, publicaban en mayo de 1934 lo siguiente:

En la tierra donde el proletariado gobierna valientemente y con éxito, la homosexualidad, con su efecto corruptor sobre los jóvenes, se considera un delito social punible bajo la ley. En contraste, en la ‘tierra cultivada’ de los grandes filósofos, eruditos y músicos, se practica libremente y con impunidad. Ya hay un dicho sarcástico: ‘Destruid la homosexualidad y el fascismo desaparecerá’ ”.

También la Gran Enciclopedia Soviética, abundaba sobre el tema:

“El origen de la homosexualidad está vinculado a las condiciones sociales cotidianas; para la abrumadora mayoría de las personas que se entregan a la homosexualidad, estas perversiones se detienen tan pronto como la persona se encuentra en un ambiente social favorable… En la sociedad soviética con sus costumbres sanas, la homosexualidad como una perversión sexual se considera vergonzosa y criminal. 

Volviendo a “Manguito”, es decir, a Fidel Castro, en 1965 decía:

“Nunca hemos creído que un homosexual pueda personificar las condiciones y requisitos de conducta que nos permitan considerarlo un verdadero revolucionario. Una desviación de esa naturaleza choca con el concepto que tenemos de lo que debe ser un militante comunista”.

Visto lo anterior, ¿cómo es que militantes y jefes comunistas participan en manifestaciones del “Día del orgullo gay”, y en otros actos? Lo de siempre: de la doctrina marxista-leninista no tienen ni idea, por mucho que digan lo contrario. (Conocimos personalmente a uno que decía que era un comunista convencido, “nada de prendido con alfileres”, que vivía, y vive, con gran opulencia y con un buen coche y que, después que lo defenestraron del partido, se fue a trabajar a una empresa privada).



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