miércoles, 14 de febrero de 2018

Repartir la riqueza ( I )



Ya decía Margaret Tatcher que “el socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero . . . de los demás”.


El socialismo tiene verdadera aversión a la riqueza, y cuando nombran este concepto es para repartir dicha riqueza, dicen. Creemos que la riqueza hay que ganársela, porque si la repartes nadie hace esfuerzos ni trabaja para conseguir esa riqueza, con lo cual se caerá en una auténtica ruina económica.


Vamos a ver: ¿contribuyen a la creación de riqueza esos millones de inmigrantes, muchos de ellos sin papeles que, sin embargo, quieren percibir los mismos salarios que nosotros, en una absurda competencia fomentada por ya sabemos quién?


Pero es igual, ellos siguen en sus trece: hay que repartir la riqueza para redimir al proletariado, sueño utópico marxista-leninista.


Está sobradamente comprobado que lo que verdaderamente crea riqueza es el buen funcionamiento de la economía de mercado. Los economistas de la escuela austríaca así lo han demostrado. Y la práctica también.


Pero, claro, esto de que dicha economía funcione, les pone catatónicos y ciclotímicos. Entonces lo que hacen es atacarla por los cuatro costados, no vaya a ser que la ideología socialista se venga abajo, oiga.

Y lo curioso del caso es que su fanatismo les lleva a endiosarse hasta tal punto, que se creen superiores, y terminan, como siempre, echando la culpa de todas las miserias humanas a los de siempre: a la “infame”, al fascismo, al capitalismo y bla, bla, bla.


Y no olvidemos que para el socialismo la democracia no constituye ningún fin, sino un medio para alcanzar y llegar a dicho socialismo, es decir, a la ruina


En fin, lo de siempre: lo mío, mío, y lo de los demás a medias, cuando hay que repartir.


Continuará



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