Números rojos

Quizá “el ciudadano medio” no se dé cuenta de la situación económica que dejan el comunismo y el socialismo. Unos porque no lo entienden, y otros porque tragan todo lo que dicen los sistemas. 


La horrible situación de las finanzas públicas en estos países es pésima, ya que, a pesar de la propaganda, los gobiernos no pueden impulsar el área de producción. Pero, claro, para esto hay que reducir gastos, muchos de ellos superfluos.

La situación en estos países es casi insostenible. No les queda más remedio que que congelar, recortar o reducir los gastos sociales. Pero, claro, como esto sería “un giro ideológico”, la cosa es impensable. No quieren seguir el dictado de lo que las necesidades ineludibles exigen. Y lo que es peor: no se dan cuenta que no hay recursos suficientes para mantener las cargas que existen, ya que la insuficiencia tecnológica y la debilidad financiera son notorias, pero no públicas.

No olvidemos que el Estado absorbe recursos y más recursos para subvencionar la seguridad social y el paro, cosa que nos parece bien. Pero lo que hay que mirar es si esta detracción de los mentados recursos, disminuye, perjudica e incapacita la inversión en el área productiva, lo que lleva ineludiblemente a crear más paro. Círculo vicioso “habemus”. En consecuencia, si se reduce la política social es que se “gira a la derecha”¡Stop!

Como muestra de todo esto que decimos, ahí están Corea del Norte, Cuba y Venezuela a la cola del mundo del crecimiento económico.

Pero, claro, el fanatismo y el cerrilismo impiden ver todo esto. Que se lo pregunten al gran timonel Zapatero, que dejó a España con números rojos (hasta los números eran rojos en su nefasto gobierno. Sólo les faltaba ser feministas y utópicos) y con los bolsos vacíos, entre otras cosas, cuando decía aquello de que 
 “cualquier trimestre de estos saldremos de la crisis”.