Así se intitula el libro de D. Enrique D.
Martínez-Campos, Ediciones El Criticón”, Madrid-Astorga 2013-2019, 663 páginas
incluido “Índice Onomástico”.
Como decíamos en nuestro artículo “Los años
oscuros”, recomendábamos a Su Sanchidad leer este libro y otro intitulado Historia
de un despropósito. Zapatero el gran organizador de derrotas”, escrito por
el sociata Joaquín Leguina que, como ya sabrán, fue expulsado del PSOE en 2022.
En una entrevista en el diario ABC manifestó que “el PSOE tendrá remedio
cuando Pedro Sánchez se vaya”. Este libro lo comentaremos próximamente.
Como decíamos en el artículo ante citado, en el
Capítulo X V de este libro que estamos comentando intitulado “La victoria
del estalinismo (mayo-junio de 1937”, página 295, nos habla el autor de “Guerra civil entre la extrema izquierda
española”. Se lee:
“El día 1 de mayo de 1937 fue el final de
la defensa del Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza a cargo de la heroica
Guardia Civil. Hacia las tres de la tarde de ese día comenzó el último asalto
de las fuerzas rojas. Un disparo de artillería hirió gravísimamente en el
vientre al Capitán Cortés, que ya tenía otras dos heridas de metralla en su
cuerpo. La noticia causó conmoción entre los escasos defensores. Era imposible
resistir más. Una de las unidades atacantes que se destacó en el asalto fue la
X V I Brigada Internacional.
Penetraron por los sótanos y lugares donde
se escondían los refugiados y fueron cayendo uno tras otro los puntos que
defendían el perímetro de defensa. Dos oficiales de la 20 División del Ejército
del Pueblo localizaron al Capitán Cortés. Los milicianos y soldados fueron
concentrando a los prisioneros. Los heridos fueron trasladados en camillas
hasta donde pudieran llegar las ambulancias. Cortés entre ellos. La mayoría fue
trasladada al hospital de Andújar. Al resto de los prisioneros se les traslado
al Penal de San Martín de los Reyes, en Valencia. A los refugiados civiles los
trasladaron a Viso del Marqués, en Ciudad Real, en el palacio del Marqués de
Santa Cruz, hoy archivo y Museo de la Armada. Lo llevaron allí para evitar una
matanza en Andújar, por consejo de la Cruz roja Internacional”.
En la página siguiente se lee:
“Al Capitán Cortés, en vista de su extrema
gravedad, los llevaron a un hospitalillo situado entre Andújar y el Santuario
sobre las ocho de la noche ¡Hay que fusilarlo!, gritaban los milicianos allí
congregados. Le operó de urgencia el cirujano don Maximiliano Santos. Tas la
operación, y como sintiera un intenso frío, le pusieron su guerrera militar. A
mediodía del 2 de mayo, el Capitán Cortés expiró. Fue enterrado en una fosa
común del cementerio de Andújar. Por orden de noviembre de 1937, el gobierno
nacional otorgaba al Capitán Santiago Cortés González la Laureada de San
Fernando.
Él y sus hombres protagonizaron la hazaña
épica de guerra más importante dedelaGuardia Civil desde su creación hasta hoy.
Y él fue el militar que dio a la Benemérita el lema de mayor gloria y honor
para el Cuerpo: LAGUARDIA CIVIL MUERE PERO NO SE RINDE”.
¿Habrá comentado Su Sanchidad algo de este asalto al
Santuario al Papa cuando le visitó, por aquello del “vínculo luminoso”?
Continuará.
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