Así se intitula el libro de Carlos Fernández,
Editorial Argos Vergara, S.A., Barcelona 1983, 237 páginas incluido ÍNDICE.
Este libro, con una amplísima bibliografía, está
también basado en testimonios de supervivientes de la masacre, algunos de ellos
son de rigurosísima exclusividad.
Otro de los aspectos de esta obra, es que, en varios
párrafos se dedica a desmontar muchas de las mentiras de Carrillo expuestas en
su libro “Mañana España. Conversaciones
con Régis Debray y Max Gallo”, Colección Ebro, 1975, 269
páginas. Dice Carrillo:
“Yo había salido de España con el Ejército republicano de
Cataluña. Quise regresar a la zona centro-sur para participar en el combate al
lado de mis camaradas de Partido y de la Juventud, pero el Partido retrasó mi
marcha y, desgraciadamente, la lucha terminó”.
En la página 91 de este libro de Carrillo,
y dentro del capítulo “Experiencia y
balance de la Internacional Comunista”, dice este cínico personaje:
“Salí de España con el ejército, después de un mes muy duro; tenía
sarna, muy extendida por aquella época en que carecíamos de la posibilidad de
cambiarnos de ropa durante meses enteros. Fui a París”.
En la página 187 del libro que estamos
comentando “Paracuellos del Jarama:
¿Carrillo culpable?”, y como comentarios a lo que dice Carrillo, se lee:
“Ya en 1959, en el folleto ‘¿A dónde va el Partido Socialista?’, escribe Carrillo:
“Vino marzo de 1939 y el golpe de Casado en Madrid. Los comunistas
y los jóvenes socialistas unificados de Madrid lucharon con las armas en la
mano contra la Junta de Casado, en defensa del gobierno legítimo de la
República que presidía un socialista, Negrín. Yo no pude participar
personalmente en esa lucha, como otros de mis camaradas porque el último
período de la guerra me cogió en Cataluña, siéndome materialmente imposible
regresar a la zona centro-sur”.
Y continúa la página 187:
“Y Líster concluye:
‘Carrillo da, pues, diferentes versiones y busca cusas distintas
al hecho de no ir a la zona centro-sur: falta de medios, el Partido, la sarna .
. ., toda ello para ocultar la verdadera razón, su cobardía. Carrillo pasó a
Francia el 8 de febrero y la Junta de Casado dio el golpe el 5 de marzo. Tuvo
casi un mes para decidirse a volver, pero al final prefirió París a Madrid’ ”
En fin, este libro y otros que hemos comentado,
refleja la “brillante hoja de servicios” de este ruin, miserable, cínico,
mentiroso, asesino y cobarde personaje, “honoricausado” por cierta universidad,
de cuyo nombre no queremos acordarnos.
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