El “sanchizmo-putoamismo”

 

Todo el mundo habla de marxismo, del leninismo, del maoísmo, del franquismo, del castrismo, etc, etc,  pero del “sanchizmo-putoamismo” parece que no se comenta nada.

Tal “sanchizmo-putoamismo” es un proyecto ideológico bien pensado y estructurado, que responde e intenta dar un vuelco a la cultura, a la tradición, a la ética y a la moral, enfrentándose a todo y a todos aquellos que puedan impedir llevar a cabo este proyecto, fijando dicho enfrentamiento preferentemente contra la Iglesia Cristiana, y más concretamente, con la Católica, por mucho que se haya visitado cínicamente al Papa. Contra el Islam no se atreven.

Pero no es sólo esto: también subyace todo un proyecto revolucionario basado en lo “políticamente correcto”, que está causando verdaderos estragos y que ha dejado a España a la cola de Europa prácticamente en todo, asunto este que al “sanchizmo-putoamismo” le importa un bledo, dos cominos y tres dídimos, ya que lo verdaderamente importante es repartir el chollo del poder.

En una democracia normalmente constituida, lo correcto es ver si las promesas que hacen los gobernantes en sus campañas electorales se cumplen, además de comprobar si se miente, se engaña y se roba. Si esto sucede, como está pasando ahora con estos dos sujetos, no se entiende muy bien cómo no se les da una patada en el tabalario y se les echa del poder.

Además de todo esto, hay otras cosas que forman parte de este proyecto del “sanchizmo-putoamismo”, como son la ley del aborto, sancionada en su día por el patrón del “Bribón”,  la enseñanza adoctrinadora, que ha bajado a los educandos a unos niveles de total y absoluta ignorancia, la presumible legalización de la eutanasia, y un montón de cosas más, sin olvidar ese absurdo igualitarismo. Sobre esto último ya decía Isaac Asimov, científico norteamericano, hace muchos años:

“La presión del anti-intelectualismo ha ido constantemente abriéndose paso a través de nuestra vida política y cultural, alimentado por la falsa noción de que la democracia significa que mi ignorancia es igual de válida que tu conocimiento”