Y terminamos con el tema de la Revolución de Octubre
de 1934, recuperando “la memoria histórica”, oiga.
Félix Gordón Ordax, perteneciente al Partido Radical Socialista
de aquellos tiempos, exiliado en Méjico y presidente del gobierno de la República en el
exilio el entre 1951 y 1960, defensor de los revolucionarios, después de pasar
cierto tiempo comentaba que “silenciar los crímenes cometidos en nombre
de la libertad, no sería justo, y yo, como universitario ovetense, no puedo
dejar de lamentar el incendio de nuestra Universidad y su espléndida
biblioteca”. Libro “Aspectos de la vida de Félix Gordón
Ordax”, escrito por Miguel Cordero del Campillo, Universidad
de Oviedo 1973, página 53.
En la obra de Indalecio Prieto “Discursos en América. Confesiones y rectificaciones”, Editorial
Planeta 1991, nos dice este orondo socialista en las páginas 112 y siguientes:
“Me
refiero al movimiento revolucionario de 1934. Me declaro culpable ante mi
conciencia, ante el Partido Socialista y ante España entera, de mi
participación en aquel movimiento revolucionario. Lo declaro como culpa, como
pecado, no como gloria. Estoy exento de responsabilidad en la génesis de aquel
movimiento, pero la tengo plena en su preparación y desarrollo. Por mandato de
la minoría parlamentaria socialista hube yo de anunciarlo sin rebozo desde mi
escaño del Parlamento… hube de trazar en el teatro Pardiñas, el 3 de febrero de
1934… lo que creí que debía ser el programa de movimiento … acepté misiones que
rehuyeron otros porque tras ellas asomaba, no solo el riesgo de perder la
libertad, sino el más doloroso de perder la honra… Aquel movimiento… Fue inútil
en cuanto a resultados prácticos y glorioso por el espíritu de sacrificio de
nuestras masas… se habían dejado adrede manos libres a las Juventudes
Socialistas a fin de que, con absoluta irresponsabilidad, cometieran toda clase
de desmanes , que, al impulso de frenético entusiasmo, resultara dañoso para la
finalidad perseguida. Nadie ponía coto a la acción desaforada de las Juventudes
Socialistas, quienes sin contar con nadie, promovían huelgas generales en
Madrid… no se puede someter a una ciudad a ensayos de tal naturaleza. Además,
ciertos hechos que la prudencia me obliga a silenciar, cometidos por miembros
de la Juventud Socialista, no tuvieron reproches, ni se les puso freno ni
originaron llamadas de responsabilidad… De aquel glorioso movimiento fracasado,
en el que nos acompañó, aun siendo repelido, el auxilio moral de… elementos
republicanos… cuando el movimiento fracasó…me juré en secreto no ayudar jamás a
nada que, según mi criterio, constituya una vesania o una insensatez”.
En el libro “Octubre
rojo en Asturias”, autor José Díaz Fernández, Editor Silverio Cañada, Gijón
1984, se lee en la página 91, con motivo del asalto al edificio del
Ayuntamiento de Oviedo, después de recibir una ráfaga de balazos el jefe de los
revolucionarios:
«Hay que acabar con los que están arriba. Entonces Oviedo es nuestro.
Inició el ascenso por la escalera principal. Pero antes de llegar al primer
piso caía acribillado a balazos. Arrojando sangre por la boca, con la cara
destrozada, aún gritó:
¡Quemarlos vivos!
El grupo, lleno de rabia, subió disparando sus mosquetones. Varios guardias perecieron en la defensa y otros huyeron por las puertas laterales.
Así se apoderaron los revolucionarios del Ayuntamiento de Oviedo...»
También se comenta en este libro los enfrentamientos, pugnas y retos que hubo entre los cabecillas de la insurrección, como por ejemplo en el comité formado por socialistas y comunistas, “comité que no presidió más que la anarquía y la represalia”.
En fin, este es el “vínculo luminoso de nuestro pasado que hay que reivindicar”. Vean el vídeo de YouTube.
Un vínculo luminoso con nuestro pasado
Bibliografía:
“Aspectos de la
vida de Félix Gordón Ordax”, escrito por
Miguel Cordero del Campillo, Universidad de Oviedo 1973; “1934: Comienza la
Guerra Civil”, autor Pío Moa;“Carrillo miente”, autor Ricardo de la
Cierva; “Contra la mentira”, autor Pío Moa; “Discursos en América. Confesiones y rectificaciones”, autor Indalecio Prieto, Editorial Planeta 1991; “El desplome
de la República”, autores Ángel Viñas y Fernando Hernández Sánchez; “El
libro negro de Carrillo” y “El libro negro de la izquierda española”,
escritos por José Javier Esparza; “El mito de la izquierda”, autor
Gustavo Bueno; “El zorro rojo”, Random House
Mondadori, S.A., Efrén del Valle Peñamil, por la traducción; “Historia oculta del PCE”, autor Joan Estruch; “La República del crimen”,
autor Francisco Gutiérrez Latorre; “La semana trágica de la iglesia en
España (8-14 octubre 1931)”, autor Víctor Manuel Arbeloa; “La velada de
Benicarló”, autor Manuel Azaña; “ Los documentos de la primavera
trágica”, autor Ricardo dela Cierva y Hoces; “Los mitos de la Guerra
Civil”, autor Pío Moa; “Paracuellos del Jarama: ¿Carrillo culpable”,
autor Carlos Fernández, “Preludio de fuego”, autor Esteban Greciet Aller,
y “Octubre rojo en Asturias”,
autor José Díaz Fernández, Editor Silverio Cañada, Gijón 1984.
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