Todos sabemos qué es un bulo y qué es una bola, aunque de esta palabra nos estamos refiriendo a la 7ª acepción que figura en el Diccionario de “los inmortales” de la RAE:
“Mentira, rumor falso o infundio,
generalmente con fines políticos o de otro género”.
Dicho esto, y como ya saben, los PGE (Presupuestos
Generales del Estado) pasaron su primera tanda gracias a los “accionistas” del
desgobierno, que a ver cómo se las arreglan para convencer al resto de la casta
política para sacarlos adelante.
A poco que nos fijemos desde la órbita económica y
social, dichos presupuestos son un verdadero desatino y despropósito, con un
desenfreno en gastos, más bien despilfarros y derroches, que serán cubiertos
con una brutal subida de impuestos que no traerán más que ruina y miseria.
Como no podía ser de otra manera, el desgobierno sigue con sus
suposiciones y conjeturas favorables al crecimiento económico, tanto para el
presente año como para el próximo. Para el año 2050 nada dicen, oiga ¡Qué raro!
Nada se dice de la deuda pública, ni del déficit, ni del paro, siendo la nación
de la UE con la tasa más alta: casi un 15 %.
Continuamos con un sistema público de
pensiones que no se sabe muy bien cómo va a terminar, amén de un mercado
laboral con trabajos temporales. Pero, claro, oiga, los bonos, la propaganda,
el embeleco, la artimaña y los bulos y las bolas, para algo están.
El pánico en las empresas pueden verlo pinchando en el
siguiente enlace de YouTube:
Pánico en las
fábricas españolas por la ruina de la luz
No hay comentarios:
Publicar un comentario