Vamos a dedicar unos artículos a los grandes exploradores y conquistadores que ha dado la Humanidad, empezando por los del siglo XIII , que fueron varios, destacando entre ellos Marco Polo (1254-1324).
En el siglo XIII, los
conquistadores, más bien comerciantes y aventureros europeos, sólo se
internaban unos pocos kilómetros en terreno asiático. Cuando regresaban,
siempre cantaban las excelencias y maravillas de aquellas tierras.
De estos viajeros, se destaca
Marco Polo, que llegó a China en 1271 con sólo 17 años, acompañando a su padre
que ya había hecho un viaje a Pekín. Tal viaje les llevó cuatro años, ya que
tenían que atravesar desiertos, pantanos, zonas heladas y las montañas más
altas del mundo.
Curiosamente, y en contra de lo
que hacían otros jefes nativos con los exploradores, el emperador chino Qublay
acogió a la expedición con gran afecto y simpatía, especialmente a Marco, que
destacaba por su inteligencia y facilidad para los idiomas. Por estas
características, lo aceptó en su corte y lo envió como embajador a distintos
sitios de su inmenso imperio.
Tanto Marco como su padre,
permanecieron diecisiete años en China, regresando a Italia en 1292 (doscientos
años justos antes del Descubrimiento de América), viaje que les llevó tres
años.
Cuando llegaron, sus amigos y
familiares no les reconocían debido al enorme tiempo de ausencia. Una vez ya
reconocidos, Marco recibió el cargo y el título de Almirante.
Al año de este nombramiento,
estalló la guerra entre Génova y su Venecia natal. Marco fue hecho prisionero y
encarcelado. Como entretenimiento, contó sus aventuras y viajes a su compañero
de prisión, que posteriormente escribiría lo que le había contado Marco.
Una vez recobrada la libertad,
regresó a Venecia, publicándose entonces el libro de marras, siendo traducido a
muchos idiomas.
En la próxima entrega, veremos la
gran época de las exploraciones, ya que se empezaron a utilizar las rutas
marinas, desconocidas en la época de Marco Polo.
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