Los de la internacional de la mentira, del odio y del terror,
cuando les interesa hablan y expanden bulos por doquier, que son aceptados a
pies juntillas por sus seguidores. Pero de los bulos del marxismo no dicen ni
pío. La ignorancia y el lavado de cerebro les impide ver más allá.
Uno de dichos bulos, quizá el mayor y el más grande del
marxismo, es el de la división de la sociedad en “clases”, que están explotadas
y oprimidas por la “clase dominante”, que tiene un instrumento, una
herramienta, un utensilio, o como quieran ustedes llamarlo, coercitivo y
represivo, llamado Estado, cuando en realidad en todo sistema marxista el
Estado sí que es coercitivo y represivo.
Otro de los bulos marxistas es difundir, propagar y divulgar que
dicha “clase dominante” tiene un arma ideológica, la religión (“el opio del
pueblo”) con el objeto de mantener obedientes, dóciles y mansos a los “oprimidos”.
Con esto, y con otras cosas, se crean los movimientos obreros, los
populares, los progresistas y demás, para luchar contra los partidarios de la “conspiración
judeo-vaticana”, contra los reaccionarios, contra los oligarcas, contra los
caciques, contra los terratenientes, contra los latifundistas, contra los financieros,
contra los banqueros, contra los militares, contra el clero . . .
Hay también otras cosas que dichos “internacionalistas” tampoco
dicen ni pío. Por ejemplo, hablan del “movimiento obrero”, pero ¿de cuál? ¿Del
promovido por el PSOE? ¿Del promovido asimismo por el PCE, o del promovido por
la CNT o el POUM, en los tiempos del “vínculo luminoso” de la Segunda
República? Y es que no dicen ni pío porque en aquellos tiempos anduvieron a
palo limpio entre ellos.
Otra cosa de la que no dicen ni mu es que los grandes líderes
marxistas, empezando por el propio Marx, y siguiendo por los Engels, Lenin, Mao
Tse Tung, Fidel Castro, Antonio Gramsci, Largo Caballero, Pasionaria y un largo
etc, fueron grandes burgueses que no dieron ni golpe en el trabajo
manual pasando a ser grandes burócratas políticos.
Conviene recordar que Lenin vivió a costa de su madre hasta casi
los 40 años, y Marx también vivió muchos años a costa de sus padres y de sus
amigos.
Y para terminar, y como ya saben, por ahí andan en estos
momentos ricachones “amarquesados” con lujosas mansiones y demás, sembrando odios,
rencores, enfrentamientos, desafíos, etc, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario