lunes, 13 de julio de 2020

Pensamientos y reflexiones ( X )



¡Qué se va a esperar de un país (antes España) en el que su gobierno sólo quiere de los ciudadanos (antes compatriotas) el voto para luego cambiarlo como si fueran cromos, con pactos, alianzas, etc.!




      El 99,99 % de las personas sólo quiere tener estas tres cosas: salud, dinero y amor. El 0,01 % restante, el inteligente, dirá: saber, tener y poder. Sobre todo, saber.


      Nos hace gracia que, en la Iglesia, cuando la gente va a comulgar, se lleva consigo el bolso, la cartera, el paraguas, etc. No se fían. Temen que se lo roben. Si la Fe es fiarse de Dios, ¿cómo lograremos esto si no nos fiamos de nosotros mismos?


 Cada vez que tropezamos con un libro que nos indujo a error con sus fechas falsas, con sus omisiones, con sus embustes, mentiras y tergiversaciones,etc., pensamos: ¡Ojalá caigas en la vitrina de algún militante socialista o comunista al que no podrás engañar porque no te leerá nunca!


 Las personas que les gusta más destruir las teorías de los demás, que crear las suyas propias, no llegarán nunca a nada.


 Algunos triunfan por la audacia que les presta su ignorancia.


  Nos da qué pensar oír a los socialistas y, en general, a la gente de izquierdas llamarse progresistas, cuando han consentido y permitido llamar a Asturias por el retrógrado nombre de "principado".


      Leamos la Historia:


      "El 21 de Julio de 1.385, Juan I, débil y enfermizo, aunque sólo tenía 24 años, hizo testamento de sucesión en favor de su hijo Enrique que tenía 5 años (¡¡¡ CINCO AÑOS!!!).

Tres años más tarde, en 1.388, mediante el tratado de Bayona, Juan I pactó con el duque de Lancaster (quien aspiraba a la corona de Castilla), el matrimonio de su hijo Enrique que tenía ¡¡¡ OCHO AÑOS !!! , con Catalina, hija del duque. Ambos herederos llevarían a partir de entonces el título de príncipes de Asturias".

      ¿Cómo es posible que se tengan en cuenta hoy día aquellos tejemanejes monárquicos de hace 600 años? ¿Dónde está el progreso? Nos viene a la memoria aquellas palabras de José Antonio refiriéndose a la monarquía:  “No podemos impulsar el ímpetu fresco de una juventud que nos sigue, en favor de una institución que consideramos gloriosamente fenecida".



      En Julio de 1.995, actuó en Gijón un conjunto que se dedicaba a berrear y patear, llamado “Rolling Stone”. Estaba formado por unos ejemplares que eran los valedores de la droga, el sexo y el alcohol. Para ver a estos energúmenos se llegaron a pagar hasta 80.000 pts ¡Qué dirían los cuatro millones de parados de aquel entonces! Y para colmo, una espectadora singular: la que fuera ministra de cultura en tiempos de Felipe “Sonrisa de hiena” González, Carmen Alborch Bataller ¡Pobre España !


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