sábado, 4 de julio de 2020

Peras al horno




En Europa ya se están dando cuenta de la basura que es España. La casta política que impera desde hace varios años dentro de “los muros de la Patria mía”, con sus ucases al más puro estilo leninista-stalinista,  ha provocado  la total y absoluta desconfianza en la citada casta porque, entre otras cosas, la gente se ha dado cuenta que existe un nexo entre el brutal déficit que tenemos y la corrupción que , no olvidemos, ya empezó en los tiempos de Felipe “sonrisa de hiena” González:  robos, saqueos de Cajas de Ahorro, conexiones, concesiones y subvenciones de todo tipo por razones políticas y de partido, enriquecimiento ilegal  de políticos y otros que no son políticos, pero que están cerca del poder, etc, etc, corroboran esto que decimos.

Y es que el sistema falla. Y falla porque el diseño de este modelo que llamamos “democracia”,  fue parido en su día por unos badulaques con una dotes de autoritarismo fuera de lo común, manipuladores ellos  e ignaros y currinches en democracia,  que han traído todo este desastre y pravedad.

Los citados badulaques, aficionados a la mentira,  se creyeron que ya podían gobernar, y lo peor, legislar, en nombre del “pueblo soberano”. Pero todo fue farfolla. La prueba la tenemos en unas cuantas leyes que, en el fondo, son contrarias a la democracia. Más bien parecen auténticas ucases, como decíamos antes. No hay nada más que fijarse un poco para ver todo esto: nombramiento de “jueces” por los partidos políticos; desigualdad ante la ley; concesiones de todo tipo de contratos y demás, a dedo; expolios, nepotismo, enchufismos, etc, etc.




En otro orden de cosas, el diseño del actual Estado que salió de aquella “democracia”, es un monstruo ineficaz e insostenible: las autonomías (¿o serán “autonosuyas”?), la monarquía, el Senado, las subvenciones a los sindicatos, la herencia de Zapatero y un largo etc., son los principales causantes de la terrible situación en la que nos encontramos, amén de la pandemia “coronavírica”.


En fin, lo que necesita España para que exista una verdadera Democracia, es la supresión de los partidos políticos corruptos, así como los de ideología totalitaria decimonónica, y no el basurero que tenemos en estos momentos. Pero claro, oiga, suprimir dichos partidos es como “pedir peras al horno”, que diría un votante socialista.


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