miércoles, 22 de julio de 2020

“Los hijos tiranos”



El título completo del libro es “Los hijos tiranos. El Síndrome del Emperador”, autor Vicente Garrido Genovés, Editorial Ariel, S. A., 4ª Edición, 187 páginas. La obra consta de ocho Capítulos, Epílogo, Notas y Notas bibliográficas.



 Como ya saben, el Síndrome del Emperador, es una perturbación del comportamiento de los niños. Tal comportamiento comienza en casa, cuando los chicos empiezan a desafiar a sus padres, y posteriormente lo hacen con todo el mundo. Esta perturbación hace creer a los menores que tienen autoridad sobre las personas que les rodean.



Este comportamiento proviene casi siempre de los padres que dan a sus hijos todos los caprichos. En el caso de que estos caprichos no se satisfagan, acaban enfureciéndose, dando lugar en muchas ocasiones a ataques tanto verbales como físicos, convirtiéndose en auténticos tiranos.



Nos dice el autor que la juventud en general exige derechos, pero de los deberes y obligaciones, nada de nada, amén de carecer de todo sentido de culpa. Recomienda que desde que los hijos son pequeños, se deben de poner límites y condiciones a sus pretensiones y exigencias



En las páginas 73 y 74, dentro del Capítulo 4 intitulado “El síndrome del Emperador”, se lee:



“Fernando, de 17 años, entró en su casa el 15 de julio de 2001con una idea muy definida. Había esperado pacientemente que su padre se marchara a trabajar. Su vida hasta ahora estaba dedicada a pasarlo bien, no quería seguir padeciendo estrecheces. Se dedicó a registrar la casa, en busca de dinero. Pero tenía que hacer algo más. Entró en la habitación de su madre; ella estaba plácidamente durmiendo. Llevaba dos cuchillos y una espada ciertamente grande, y entonces la atacó mortalmente: le hundió la espada en la cabeza, y le clavó los cuchillos en el cuerpo, ‘sin que ésta pudiera llegar a reaccionar’, de acuerdo con la sentencia”. Sin comentarios.



En el siguiente párrafo, se lee:


“Los emperadores de Roma podían decidir sobre la vida y la muerte con sólo levantar o bajar el pulgar, y sabido es que se creían representantes de los dioses en la tierra. Su voluntad tenía que ser respetada, de lo contrario su cólera estaba asegurada”.



En fin, recomendamos leer este magnífico libro, sobre todo a los educadores de ciertos colegios de lo políticamente correcto.


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