Hay que “recuperar la memoria histórica”, oiga.
Tal como están las cosas en estos momentos, la
descomposición del PPSSOOEE parece innegable. Desde hace bastante tiempo, y
aunque nos lo quieran ocultar, tal descomposición es notoria pero no pública.
No cabe duda de que este partido necesita una verdadera regeneración.
Posiblemente algunos fanáticos recuerden los tiempos
del “gonzalato”, en los que, según Alfonso Guerra, el que se moviese no saldría
en la foto. Y así fue. Aquel nefasto período funcionó según los cánones hasta
que reventó por aquello de “la corrupción generalizada” ¿Se acuerdan de los
gastos reservados y de su reparto? ¿Y de Filesa, Time Export, Malesa, etc, etc?
¿Y de los Amedo, Domínguez, Lasa, Zabala . . .? ¿Y de los “pelotazos”?
Todo esto, y muchas cosas más, nos llevaron a un déficit descomunal y a una
economía al borde del resquebrajamiento. Y en esto llegó Aznar, que aupó al
país económicamente.
Sin embargo, Felipe
“Sonrisa de hiena” González, se creía que iba a regresar en poco tiempo.
Como la cosa no fue así, empezaron a huir las ratas del barco. Y en esto es
cuando aparece el “Bobo Solemne”, un tipo que nadie conocía y que, por no ser,
no fue ni concejal de su ayuntamiento.
Y aquí se armó la gorda otra vez, ya que el gobierno
de Rajoy, lo mismo que el de Aznar en su día, heredó un pufo gigantesco: casi un billón de €, el 92 % del PIB. De esa cantidad
astronómica, 800.000 millones eran por mor de las administraciones, preferentemente,
las autonómicas y la central. ¡Menudo campo minado recibió Rajoy en su día!
Con este nuevo inquilino de la Moncloa que tenemos ahora,
sucederá lo mismo, aunque a lo mejor la cosa será más desastrosa por mor de sus
“socios”. Ver, veremos.
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