sábado, 28 de octubre de 2017

Comunismo: quimera y mentira ( V I I )


Quizá lo más significativo del comunismo es que ensalza con verdadero fanatismo su moral, a la que califica, entre otras muchas cosas, de verdadera, definitiva, y sobre todo, de científica, ya que está basada en la “teoría científica” del materialismo histórico.


Si se repasan y analizan un poco los hechos que alega el marxismo, se verá que no constituyen demostración alguna de dicho materialismo histórico, sino todo lo contrario. El problema básico reside en el asunto del origen del espíritu humano, es decir, del “salto” desde el “animal superior” al hombre.

El materialismo histórico-dialéctico, dice que las causas y razones de este “salto” son el trabajo y la construcción del primer instrumento de trabajo. Como es obvio y lógico, aquel animal superior o ser primitivo tenía una idea o imagen del instrumento u objeto que iba a producir, asunto este que no es posible en los animales. Luego este “ser primitivo” es ya una persona al fabricarse los instrumentos de trabajo.

Por otra parte, no cabe duda de que, al fabricarse dichos instrumentos, implica la comprensión del fin para el que se han fabricado y del por qué. Por lo tanto, aquí ya hay inteligencia.

Esto quiere decir  que, tanto el trabajo como en la economía en la que está basado, no son causas, sino efectos de la inteligencia. Si esta no existe, nada sería posible.

El verdadero progreso, no el “progresismo”,  tanto económico, técnico, cultural, social, etc, sólo ha sido posible porque la persona precisamente tiene esa inteligencia que le hace comprender la naturaleza de las cosas y sus leyes. Es obvio que existe un paralelismo entre el progreso que citábamos antes y el desarrollo de la inteligencia, pero de este hecho se saca la conclusión de que las condiciones materiales son para la inteligencia una clara ocasión para manifestarse, dándole una gran oportunidad para que se ejercite y se manifieste.

Continuará.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog