Parece ser que al nuevo presidente de Asturias, Javier Fernández, le gustan las frases llenas de logomaquia y sin sentido. Las de “retorno a la normalidad democrática” y “quiero que Asturias sea la Alemania de España”, son prueba de ello. Ahora se nos descuelga con otra de ese tipo: “No aspiro a una Asturias perfecta, sino mejor”.
Lo primero que habría que preguntarle a este señor qué es lo que él entiende por “mejor”.
Suponemos que por afinidad ideológica con su antecesor Tini Areces, creerá que lo mejor son las subvenciones e inversiones de todo tipo, y los “los grandes proyectos”, que ya sabemos cómo funcionan, cómo se hacen y por qué se hacen. La malversación, el despilfarro y el despropósito no se tienen en cuenta.
No hay más que echar un vistazo a esos “grandes proyectos”, que se han bautizado como grandes éxitos de la planificación socialista y que han significado derroche y despilfarro. Como muestra de esto ahí tenemos la ampliación del puerto de El Musel que, según la alcaldesa socialista de Gijón, Fernández Felgueroso, iba a crear 10.000 puestos de trabajo.
Del nuevo hospital HUCA, ¡para qué vamos a hablar! Con un sobrecosto de escándalo, ¡ahora resulta que no hay dinero para equipamientos!. ¿Y del “metrotren”?. ¿ Y del proyecto ZAILA, Zona de Actividades Logísticas Industriales de Asturias?.
En fin, esperamos y deseamos que lo “mejor” que quiere Javier Fernández para Asturias, no tenga nada que ver con estos “grandes proyectos”. Pero lo ponemos en duda porque quien manda, manda. Al tiempo.
Fíjese, D. Javier, en los índices que dejó su gobierno en España. Si no quiere esto para Asturias, tendrá que cambiar el chip y el “biche”.
¡Ah!, probablemente Asturias fuese mejor si se hiciese caso de la frase en latín que figura en la cruz de la Victoria:
“Hoc signo vincitur enemicus. Hoc signo tuetur pius”. Pero, claro, esto es mucho pedirle a D. Javier.
No hay comentarios:
Publicar un comentario