domingo, 26 de septiembre de 2021

“Tierras de sangre”


 Como decíamos en nuestro artículo “El libro negro”, insertado en este blog con fecha 16 de este mes de septiembre, vamos a comentar someramente el libro “Tierras de sangre. Europa entre Hitler y Stalin”, autor Timothy Snyder, Editorial Galaxia Gutemberg, noviembre 2011, 620 páginas, incluido Índice. El autor es profesor de la Universidad de Yale, y doctor por la de Oxford. El libro está basado en la documentación que figura en los archivos de los países de la Europa del Este, archivos que se han abierto relativamente hace poco.

Nos cuenta el autor que los crímenes y asesinatos perpetrados tanto por Hitler como por Stalin, la mayor parte de las veces se asocian a las cámaras de gas, cuando hubo más de 7 millones de personas civiles que perecieron porque no les dieron comida.

También se comenta que, mientras algunos sostienen y creen que los campos de concentración fueron el horror del pasado siglo XX, sin embargo, poco o nada se dice de que tanto los asesinados por Hitler y por Stalin, jamás vieron un campo de concentración.

El libro consta de 11 Capítulos, de un “Prefacio”, de una “Introducción”, y de unos apartados intitulados “Números y términos”, “Resumen”, “Agradecimientos”, “Notas”, “Bibliografía” e “Índice onomástico”.

En el apartado “Números y términos”, página 481, se lee:

“Catorce millones es el número aproximado de personas muertas por las políticas de asesinato en masa llevadas a cabo por la Alemania nazi y la Unión Soviética en las Tierras de sangre. Defino las Tierras de sangre como los territorios sujetos al poder policial y a las políticas de asesinato en masa asociadas a éste, tanto de Alemania como de la Unión Soviética en algún momento entre 1933 y 1945”, siendo esas Tierras de sangre Bielorrusia, Ucrania, las repúblicas del Mar Báltico y parte de Polonia que, como sabrán fue una monstruosa idea tanto de Hitler como de Stalin el querer liquidar y exterminar este país, invadiéndolo juntos.

En la página 13 se lee:

“Los cientos de miles de campesinos y trabajadores soviéticos pasados por las armas durante el Gran Terror de 1937 y 1938 fueron víctimas de directivas expresas de Stalin, lo mismo los millones de judíos ejecutados o gaseados entre 1941 y 1945 fueron víctimas de una política explícita de Hitler”.

En la página 176, dentro del Capítulo 4 intitulado “La Europa de Molotov-Ribbentropp”, se lee:

“Tres días antes de proponer que se ejecutara a todos los prisioneros de los tres campos, Beria ordenó la deportación de sus familias. Los soviéticos sabían quiénes eran: habían permitido que los prisioneros escribieran cartas a sus seres queridos para de este modo recoger nombres y direcciones. Las troikas que operaban en el oeste de Bielorrusia u de Ucrania prepararon listas con un total de 60.667 nombres de personas que debían ser enviadas a asentamientos especiales en Kazajistán. La mayoría de ellos pertenecían a las familias de los que una orden llamaba ‘gente anterior’. Usualmente se trataba de familias sin maridos ni padres. A las mujeres les decían una típica mentira soviética: que las enviaban a reunirse con sus esposos. En realidad, dejaban las familias en la taiga siberiana (‘la nieve y el barro eternos’, como la recordaba un muchacho polaco de trece años) mientras ejecutaban a los hombres en Katyn, Kalinin, Járkov, Bykivnia y Kurapaty. El 20 de mayo de 1940, unos niños polacos le escribieron a Stalin prometiendo ser buenos ciudadanos soviéticos y quejándose tan sólo de que era ‘difícil vivir sin nuestros padres’. Al día siguiente, los hombres de la NKVD recibieron gratificaciones económicas por haber limpiado los tres campos sin dejar escapar a nadie”.

En fin, como siempre decimos, recomendamos leer este extraordinario libro documentadísimo, recomendándolo también a los de la internacional de la mentira, del odio y del terror, así como a los “historieteros” de la “Memoria histórica”.



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