viernes, 3 de septiembre de 2021

“Diplomático en el Madrid rojo” ( y I I )


 Como decíamos en el anterior artículo, en este último veremos lo que nos dice Félix Schlayer en el capítulo intitulado“Stop, dice el inglés”, página 101:

“La orgía de detenciones seguía su curso, y los tribunales secretos, sin carácter o intervención estatal, con sus consecuencias de asesinatos, aumentaban cada día. Cada vez era mayor el número de <checas> (como las llamaban los españoles) que iban siendo conocidas. Muchachos de los recados de entre dieciocho y veinte años ejercían de jueces.

Entonces una primera catástrofe carcelaria provocó una queja del extranjero.

El 22 de agosto de 1.936, una tropa de criminales comunes vestidos de milicianos entró en la Cárcel Modelo de Moncloa, y con el pretexto de realizar un registro en busca de armas, robaron a cada preso todas sus cosas de valor, como relojes, anillos, plumas, así como los recibos de depósito de dinero, y llevaron los objetos en sacos. De la oficina de la institución retiraron todos los fondos disponibles y quemaron los libros para imposibilitar toda futura reclamación por parte de sus víctimas. Como eran más de 4.000 los que fueron robados, es fácil hacerse una idea del brillante éxito de la meritoria operación anticapitalista.

Tas el exitoso registro, los presos fueron llevados al patio de la prisión por la tarde en lugar de por la mañana. Ese día no habían recibido aún comida alguna. De repente se desató un incendio en la leñera de la cárcel provocado  por los milicianos mencionados y que estaba preparado desde días atrás. El objetivo era, al principio, que los criminales comunes, aparentemente al corriente de todo, pudieran escapar en medio del desorden existente, cosa que hicieron. Se esperaba también que los presos políticos intentaran huir, pues había grupos apostados, preparados para acribillarlos. Los querían aniquilar en masa. Afuera se había concentrado una gran masa de gente que saludaba con entusiasmo las fugas de los presos comunes mientras que lanzaba salvajes amenazas contra los fascistas. Pocos de entre ellos sabían por cierto qué debían entender cuando utilizaban esa palabra.

De repente, los prisioneros hacinados en los cinco patios de la prisión, que observaban con miedo el fuego creciente a su alrededor, fueron tiroteados desde los techos y balcones de las casas de alrededor y desde el techo dela prisión. . .

Aún así fue asesinado un buen número de personas, muchos fueron heridos, y alrededor de sesenta de los políticos y militares más importantes fueron sacados de allí por los milicianos y ejecutados en las instalaciones próximas a la prisión. Lleno de miedo, el gobierno había levantado la veda contra ellos a las milicias marxistas y anarquistas, para cumplir así con sus exigencias de diezmar el número total de prisioneros”.

En el capítulo intitulado “Informe de un preso”, páginas 128 y 129, se habla de la terrible checa de Fomento 9 controlada por los comunistas. Las preguntas que hacían los tribunales populares para juzgar a una persona, eran las siguientes:

“¿Cuánto tiempo has pertenecido a la Falange? ¿Qué hiciste en octubre de 1934 durante el levantamiento comunista en Asturias? ¿Cuántos periódicos vendiste por las calles en esas fechas (durante la huelga de los periódicos de derechas)? ¿Qué edad tienes? ¿Cuál es tu profesión? ¿Dices la verdad? ¿Quieres prometer o jurar? ¿Eres cristiano? ¿Qué harías si te ponemos en libertad? ¿Cuándo te apresaron? ¿Qué harías si te dejáramos libre y vieras la República amenazada por los fascistas? ¿Entonces no la defenderías? ¿Por quién estás? ¿Cuál es tu nombre? ”

En fin, otro libro más para recuperar la “memoria histórica”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog