Así se intitula el libro escrito por Dionisio R. Napal, editado por Editorial Stella Maris en Buenos Aires en septiembre de 1932, 286 páginas.
El libro consta de I X Capítulos al cual más
interesante. Vamos a continuar con la Sección I I I del Capítulo I X intitulado
“La esfinge”, como habíamos visto en las entregas anteriores. En el
escrito anterior comentábamos que íbamos a ver lo que se lee en la llamada ( I
) que aparece en la obra. Dice así:
“En su número del 23 de mayo de 1932 ‘La
Prensa’ de Buenos Aires hizo las siguientes manifestaciones: ‘En el país se
realiza activamente una propaganda disolvente cuya única finalidad es la
destrucción de las instituciones fundamentales, de la organización económica y
familiar y hasta de las costumbres. Se caracteriza por el abuso que hace de las
libertades públicas, de las normas de la vida republicanas y de las facilidades
de expresión de las ideas que proporciona la democracia, para más tarde, si
consigue sus propósitos, suprimir todo eso: libertades públicas, vida
republicana y democracia.
“Frecuentemente es el caso de personas que
profesan como medio de vida el delito – asaltantes, falsificadores de moneda,
tratantes de blancas – y como ideología política cualquiera de las formas
destructoras de la sociedad. Y frecuente es también que se los defienda como “idealistas”,
como “vanguardistas”, como “hombres nuevos”, con olvido de que son
delincuentes, como si bastara declarar aspiraciones revolucionarias para gozar
de una inmunidad tan extensa que no alcanza a magistrados, legisladores o
gobernantes y que, de ser escuchados aquellos defensores, tocaría a los
extremos de la más peligrosa impunidad. Los que a su vez debieran ser defensores
de la sociedad, del Estado, de sus instituciones y de la familia, guardan
silencio, por no ir, según parece contra corriente”
En la próxima entrega seguiremos transcribiendo lo que
se lee en la llamada ( I ) de este capítulo.
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