Incomprensible

 Para mucha gente el PPPSSSOOOEEE (ya saben: partido, partida, “partide”; socialista, “socialisto”, “socialiste”; obrero, obrera, “obrere”; español, española, “españole”) tiene un atractivo porque fomenta costumbres, normas y comportamientos fáciles, a la vez que fomenta también el vicio y la mangantería. Es decir, una vez conseguidos los últimos objetivos, la sociedad española, al pie de la degradación, está a punto de hundirse.

Porque la tal degradación no es aquel disparate de “nación de naciones”, ni que el Obtuso de la Moncloa se haya propuesto desguazar España, la Iglesia y la familia, no. A lo que nos referimos es a la degradación que sufre uno de los pilares de la sociedad y de la democracia, como es el judicial.

 La tal degradación, como recordarán, ya fue formulada hace muchos años por el ínclito e inefable Alfonso Guerra con su famoso “Montesquieu ha muerto”. Es decir, lo que murió fue la división de poderes. Consecuencia y moraleja: para los socialistas no hay tal división de poderes, porque sólo existe uno, el del partido.

 La justicia, como “casi” todo el mundo sabe, está por los suelos. No hacen falta ejemplos. Los estamos viendo todos los días: insultos y desplantes de los reos, penas raquíticas para asesinos, terroristas, violadores, etc., mientras que los inocentes, en muchas ocasiones, pueden ser humillados por la justicia

 Sencilla y llanamente, esto puede ser la liquidación del estado de derecho porque, digámoslo claramente, hay muchos casos en los que los delincuentes también humillan a los jueces.

 Además, hay otro asunto: mientras este gobierno descuida totalmente la seguridad ciudadana, por otra parte mantiene un férreo control contra pequeñas infracciones de tráfico, por ejemplo.

No hablemos ya del intervencionismo de los partidos políticos en asuntos judiciales. ¿Se acuerdan ustedes cuando un juez llamó a declarar a un alto cargo del PNV por sus vinculaciones con ETA, el PSOE y los comunistas de IU se levantaron de las patas de atrás y pusieron el grito en el cielo? Incomprensible: ¡la derecha defendida a capa y espada por partidos de corte marxista, encabezados por el defenestrado Llamazares, que pedía autonomía para los políticos!