Y terminamos los comentarios
sobre “El origen de las especies”, el
libro más importante de Darwin.
El profesor de genética de la Universidad de
Harvard, Richard Lewotln, gran defensor del evolucionismo, ha dicho unas frases
que deberían hacer pensar a mucha gente. Sobre la Ingeniería genética:
"Tenemos un conocimiento tan
miserablemente pobre de cómo el DNA de un organismo evoluciona, que me
sorprendería que no tuviéramos un rudo golpe uno detrás de otro". Y
añade: "nos ponemos del lado de la
ciencia a pesar de la evidencia de sus absurdos que son algunos de sus
constructos". Desde luego, hay que reconocer que la postura de este
señor, en lo que se refiere a la segunda frase, es totalmente acientífica e
irracional.
Es decir, si se encontrase
una explicación de tipo inmaterial a esos absurdos materiales, se excluyen
automáticamente, lo que es un procedimiento totalmente irracional. Por tanto,
lo que se está mostrando es un enfoque absolutamente dogmático del asunto, ya
que se descarta cualquier hallazgo o conocimiento de lo que los evolucionistas
o naturalistas no presuponen. Lógicamente, esta postura no está de acuerdo con
los principios de la ciencia. Parece mentira que los "intelectuales"
integrados en el ámbito científico rechacen de plano el disentir. Así el
biólogo Scout Todd dice que "aunque
todos los datos apunten a un Diseño Inteligente, tal hipótesis se excluye de la
ciencia porque no es naturalista".
Los verdaderos científicos,
que realmente quieren saber la verdad, se ven perseguidos y rechazados. Así, un
jefe de redacción de la revista New Scientist (no recordamos su nombre) comentó
con sarcasmo: "dentro del mundo
científico existe un grupo dominante que guarda una escalofriante semejanza con
la Inquisición ".
Una "creyente" del
evolucionismo, Margaret Mead, antropóloga para más señas, nos dice que "a pesar de todo, si como científicos
asumimos una postura honesta, debemos admitir que la ciencia no ha descubierto
aún ni una pizca de evidencia concreta que demuestre la validez de dicha teoría”.
En una palabra: es poco
científico aceptar el evolucionismo. Sólo se acepta por un acto de fe, ya que
no existen pruebas que confirmen la teoría de la evolución.
Cuando se descubrió la
energía atómica, Albert Einstein dijo:
"ahora que conocemos estos principios de la fisión y fusión nucleares, nos
damos cuenta de que la Tierra
tal como la conocemos pudo haber empezado a existir en un instante». Más
claro, el agua.
A pesar de todo lo expuesto,
aún hoy la teoría del evolucionismo tiene mucho predicamento. El origen de este
predicamento quizá esté en que Carlos Marx, en su intento de dar una
explicación irreligiosa y materialista de la creación del Cosmos, vio en la
teoría de Darwin la tabla de salvación. No olvidemos que el Judío Marx, quiso
dedicar la segunda edición de "El capital" a Darwin: "A Charles Darwin de un auténtico amigo
suyo". Otras personas lo traducen por "de un ferviente admirador a Charles Darwin". Esto trajo
como consecuencia que los líderes comunistas de todo el mundo, aceptasen a ojos
cerrados esta teoría como una realidad absoluta, aunque sin base científica.
Y terminamos con un párrafo
de W.H. Thompson, escrito en la introducción de una edición conmemorativa de
los cien años del "Origen de las
especies":
"Esta situación, donde se reúnen hombres a la
defensa de una doctrina que no son capaces de definir científicamente, y aún
menos de demostrar con rigor científico, tratando de mantener su crédito con el
público a través de la supresión de la crítica y la eliminación de las
dificultades, es anormal e indeseable en la ciencia".
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