Como
es de sobra sabido, así se intitula el libro más importante escrito por Charles
Darwin, Edicomunicación, S.A., año 2.001, 479 páginas incluido índice.
Esta
obra de Darwin fue publicada en 1.859, suscitando todo tipo de comentarios y
reacciones: seguidores y detractores, discutían entre sí sobre lo allí escrito.
En síntesis, su teoría de la
evolución dice: “la vida comenzó por
seres muy simples, y de éstos, por sucesivas transformaciones, se llegó a otros
seres más complejos entre los cuales se halla, en último término, el ser
humano”.
Aunque más tarde Darwin
señaló la probabilidad de la aparición de seres vivos a partir de materia
orgánica, jamás excluyó la existencia de un Primer Artífice Supremo. En
la última página nos dice Darwin que “. .
. la vida, con sus distintas facultades, fue originalmente alentada por el
Creador . . .”
Asimismo, en la página 190
reconoce Charles, hablando sobre las especies: “en innumerables casos, nuestra ignorancia es muy amplia”.
Las teorías materialistas de
aquel entonces, entiéndase el marxismo (Marx y Darwin fueron contemporáneos),
para defender su doctrina se apropiaron inmediatamente de la teoría darwiniana,
omitiendo y por lo tanto mintiendo, sobre lo que había dicho Darwin sobre el Primer Artífice Supremo.
Hemos hecho una pequeña
encuesta entre amigos, conocidos y familiares. El resultado ha sido desolador:
sólo dos personas, de las 98 encuestadas,
habían leído “El origen de las
especies” darwiniano, manifestando que no habían entendido nada. El resto
no lo habían leído. Aproximadamente la mitad de este resto no creían en la
teoría de Darwin, y la otra mitad estaba convencida de que existía el
evolucionismo creyendo a pies juntillas en el origen simiesco de la persona.
Que cada cual saque sus propias consecuencias.
Darwin ignoraba una cosa
importantísima: la existencia de los genes. Por tanto, hablar de origen de
especies, de evolución, del poder del más apto, etc, etc, desconociendo este
dato, hace que su teoría quede totalmente coja. Pero vayamos al grano.
La comunidad científica está
dividida en dos bandos: los que opinan que la Creación es una obra
planeada, producto de un Diseño Inteligente, y los que no lo creen, aduciendo
unos razonamientos científico-materialistas no empíricos. Inmediatamente surge
la pregunta: ¿es un hecho que la
Creación sea producto de un Diseño Inteligente, o es una
fábula? La pregunta también vale para el caso contrario: ¿es un hecho que sea
producto de la materia solamente, o esto también es una fábula?,
Para tener una idea del
asunto no queda otro remedio que recurrir a biólogos, antropólogos y
científicos, es decir, recurrir a personas cuyos conocimientos estén basados en
la experiencia. Si bien ésta muchas veces puede engañar, porque las cosas en
algunas ocasiones no son como parecen, si se recurre al racionalismo también
nos puede llevar a errores mayores, ya que los razonamientos, muchas veces,
suelen estar basados en toda clase de sofismas, muchos de ellos intencionados,
o ignorados. Sin embargo, el conocimiento empírico es el único que puede
aportar algo sobre el asunto.
Continuará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario