Tal parece que estamos en los
tiempos del nefasto gobierno del Bobo Solemne. Y decimos esto por lo siguiente.
Hay que “recuperar la memoria histórica”, oiga, pero la reciente.
Suponemos que recordarán unas
palabras del cínico Rubalcaba cuando le dijo a un magistrado del Tribunal
Supremo: “Mi ventaja es que yo sé
todo de todos”. Frase corta y lapidaria, tras la que se esconden muchas
cosas, que indica también el grado de totalitarismo de este individuo, del que
lo aupó y del régimen que defendió.
No nos extraña que este
sujeto lo supiera todo de todos. Para eso era Vicepresidente del Gobierno,
ministro del Interior y que además controlaba el Centro Nacional de
Inteligencia y los Servicios de Información de Policía y Guardia Civil, oiga.
Estas palabras, en el fondo,
no sólo eran una amenaza, sino que indican hasta qué punto aquella pandilla de
íncubos que nos gobernaban estaba dispuesta a utilizar las instituciones y
recursos del Estado en beneficio de su partido. Esto es puro totalitarismo que, como es de sobra sabido, usan y utilizan
los poderes del Estado para intimidar, vigilar, controlar a la sociedad y
privar a los individuos de toda libertad.
En estos momentos, estamos en
las mismas.
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