Suponemos que recordarán el slogan de “Prohibido prohibir” de aquel nefasto mayo del 68. Ahora, como ya se sabe, está prohibido fumar en determinados sitios desde los tiempos del nefasto "zapaterato", según aquella ley "antitabaco". Esta ley es cínica, fundamentalista y tiránica, propia de un estado totalitario. Muchos millones de españoles seguiremos fumando y por tal razón nos convertiremos en delincuentes, pudiendo dar con nuestros huesos en la cárcel.
Que prohíban la venta de tabaco y dejen de recaudar miles y miles de millones en impuestos. Pero, claro, en este caso está prohibido prohibir, como en mayo del 68.
Los fumadores esperamos recibir la correspondiente ayuda del Estado para superar nuestra drogadicción, al igual que la reciben loes “porretas” de la heroína y cocaína.
Pero la culpa no fue sólo del gobierno: el partido de la “oposición” de aquel entonces, el híbrido y desnortado PP, también la apoyó.
En fin, como la citada ley está aprobada por “mayoría”, nos la metieron a calzador.
Terminamos con tres de frases del ingenioso Mark Twain que vienen como anillo al dedo a esto que estamos comentando. Dicen así:
“Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar”. Otra: “Dejar de fumar es fácil, yo he dejado varias veces”. Y la más contundente: “Al cumplir los setenta años me he impuesto la siguiente regla de vida: no fumar mientras duermo, no dejar de fumar mientras estoy despierto, y no fumar más de un solo cigarro a la vez”.
Ahí queda eso.
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