Si se repasa la historia reciente de España, se verá que cuando las izquierdas no ganan unas elecciones, recurrían, y recurren, a todo tipo de engaños, mentiras, artilugios, desestabilizaciones, huelgas, disturbios, motines, revueltas callejeras, etc, etc, para tumbar, machacar y derrocar al nuevo gobierno que ha sido elegido democráticamente, aunque para ellos la democracia sólo existe cuando gobiernan ellos.
Para la izquierda, la democracia consiste en asambleas populares de todo tipo de “colectivos” que protestan, ya sean “indignados”, “artiscejos” o miembros del sindicalismo subvencionado, respaldados por los “mass-media” más ad hoc al sistema que, además, cuentan con sus propios medios para expresar sus “ideas políticas”.
Todo este tipo de movimientos radicales, hablan mucho de pueblo soberano, pero en realidad lo que tratan de imponer, por dídimos, es su propia voluntad, que muchos denominan pomposamente “Democracia real”.
La actitud de estos “demócratas” es una bomba de relojería, o de rojería, que puede poner en peligro la convivencia en España, ocasionando un problema mucha más grave que el económico.
En definitiva, estos liberticidas, como siempre, están dispuestos a las acciones subversivas para desestabilizar a España y hacerla ingobernable.
Como corroboración a todo esto, ¿han visto a los citados liberticidas, cuando están en la oposición, colaborar con el gobierno de turno para solucionar los problemas que ellos han dejado? La respuesta ya sabemos cuál es: NO. Prefieren todo tipo de técnicas y tácticas, ya sean antidemocráticas o revolucionarias, para derrumbar al gobierno. Así de claro.
En una palabra, y para terminar, estos sujetos, piqueteros ellos y simpatizantes de las más terribles dictaduras del mundo, a pesar de que se les llena constantemente la boca con la palabra democracia, no creen en ella mientras no detenten el poder, como decíamos al principio.
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