Como
ya saben, Rusia está en estos momentos en el “candelabro”. Y como hay que recuperar
la “memoria histórica” y “democrática”, vamos a ello.
La cámara baja del parlamento ruso (Duma), el 21 de abril del año 2.010 aprobó el restablecimiento del “Día del bautismo de la antigua Rusia” como fiesta nacional.
También en el año 2.007 se estableció la “Fiesta de Nuestra Señora de Kazan”,
que pasó a celebrarse el 4 de noviembre, sustituyendo al “Día de la
revolución de octubre”, tan alabado y halagado por los comunistas remantes de
todo el orbe.
Ni Marx, ni Lenin, ni Soloviev, ni Gramsci, ni todo el ejército de fanáticos
marxistas fueron capaces de arrancar del alma del pueblo ruso su base
cristiana, representada por la Iglesia Ortodoxa Rusa.
El camino que llevamos actualmente en España, es precisamente el contrario de
Rusia: se cambia la fiesta del Corpus de jueves a domingo por no se sabe bien
qué historias. También se están quitando y arrancando todos los símbolos
cristianos de la vida pública española. El día del Pilar ya no es tal, sino el
de la Hispanidad.
En fin, estamos al borde del precipicio. Suponemos que no se nos ocurrirá dar
un paso al frente, aunque con este “complexo” que nos desgobierna, es
posible todo.
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