La ideología socialista es, como casi todas las ideologías, interesada. Este interés tiene un objetivo: aprovecharse, no teniendo en cuenta que, para obtener este provecho, se pisoteen la justicia, la razón y la libertad, y en el caso de España, se pisotee también su unidad, descuartizándola y descoyuntándola.
Para este descuartizamiento, se recurre a
todo tipo de “libertades”. Así, por ejemplo, el colectivo gomorrita-sodomita se
le emplea como grupo de presión contra
Decíamos antes que nadie quería la guerra y
que, obviamente, era preferible la paz. Pero, casi siempre hay un pero, hay
guerras que se hacen para evitar males mayores. Y aquí surge el tan manido y
llevado concepto de “guerra fría”. Porque, vamos a ver: ¿deberíamos seguir la
instrucción del “no a la guerra” frente al tirano y sanguinario Hitler que
intentó apoderarse de Europa? Evidentemente, no.
Sin embargo, frente al no menos tirano y sanguinario
Stalin, se pedía el “desarme”, oiga. Era “la guerra fría”. Mientras tanto, el
mundo comunista se armaba hasta los dientes, a pesar de que fueron ellos, los
comunistas, los que inventaron lo del “pacifismo” a través de
Stalin, “Koba el temible”, “El hombre que más
amamos”, “El padre de todos los pueblos”, “El genio más grande de la era”, fue el
encargado de transmitir este sermón pacifista a
Pero al poco tiempo, este
“pacifismo”, la guerra caliente contra Hitler y la “guerra fría” de Stalin, se
vinieron abajo: los dos tiranos firmaron el famoso pacto Molotov-Ribentrop para
repartirse países enteros por la fuerza. De pacifismo nada.
Los “pacifistas” comunistas de todo el mundo,
quedaron a cuadros con la firma de este pacto, aunque hubo quien lo disculpó
porque Stalin sabía lo que se hacía. El fanatismo llegó al tal extremo, que
cuando Alemania invadió Francia, sin que ésta presentara ninguna oposición
militar, y antes de atacar a Rusia, hubo personas, tales como Georges Marchais,
pertenecientes al partido comunista francés, ¡que se fueron a Alemania a trabajar!
Los alemanes ya no eran invasores, sino aliados “nuestros”. Ni qué decir tiene
que todo esto fue prácticamente borrado de
¿Se acuerdan cuando el presidente Reagan
desplegó los misiles “Pershing” en Europa, para contrarrestar los “SS-
Por otra parte, la cobardía de estos
“pacifistas” es notoria. Vamos a ver: ¿por qué
montan sus algaradas, sus campamentos con sus trompetistas, en países donde
hay democracia? Pues sencillamente porque no hay ningún tipo de riesgo ni
represión. Donde no se atreven es a hacerlo en los países antes citados, o en
otros sitios similares. El día que lo hagan en estos sitios, empezaremos a creer
un poco en la causa “pacifista”.
Nota.- También
hubo otro pacto (“Tratado germano-soviético de amistad y de fronteras)” firmado
un mes después en el que había unas cláusulas secretas que hablaban de reordenamiento
territorial y político del centro y este de Europa. Este tratado también
parece haberse esfumado. Antes de la firma, Stalin había difundido que el hitlero-trotskismo formaba
parte de una conspiración a nivel mundial contra la URSS. Después de
la firma, ya no era el hitlero-trotskismo, sino el imperialismo
británico y yanqui.
Una vez firmado dicho pacto, Stalin propone un brindis y
dice:
«Si
es cierto que el pueblo alemán ama a su Führer, pues bebamos a la salud del
Führer.»
Pinchen en el siguiente enlace de YouTube y verán las atrocidades del monstruosos Stalin.
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