Y seguimos “recuperando la memoria histórica”, oiga.
Suponemos que el Bobo Solemne estará loco de contento.
En el diario “La Nueva España” de Oviedo, de fecha 6
de octubre de 2013, aparecieron unas declaraciones de una tal Elena Benarroch, modista
de profesión, tachando a Isabel la Católica de “repugnante”, “cabrona” y
“canalla”, por la expulsión de los judíos de España. (Recordar que esta ricachona
sujeta nació en Tánger en el seno de una familia judía sefardí). A la tal
modista habría que decirle cuatro cosas, que no sabemos si ignora u omite a
sabiendas.
En primer lugar, en aquellos años, entre los judíos de
religión, había dos ramas: la de los “observantes”, que eran verdaderos y
sinceros judíos, y la de los vividores, que eran los judíos falsos, además de
ser los más ricos, los más inmorales, los más corruptos y los menos creyentes. Por si esto fuera poco, se declaraban
“cristianos conversos”, con el único objetivo de obtener todo tipo de
comodidades, prebendas, momios, sinecuras y ventajas, ya fuesen políticas,
económicas, sociales, etec. Eran
verdaderos enemigos de los primeros, es decir, de los “observantes”.
Por otra parte, dentro de los “conversos”, había tres
clases: los que sincera y verdaderamente se convirtieron al catolicismo, que incluso escribieron libros contra los
falsos. Otra clase era la de los “judaizantes” que, aunque procedían de los
“observantes”, también eran falsos conversos y ocultamente seguían siendo
judíos.
Y, por último, los “auténticos falsos conversos” que
procedían de los vividores y que por no ser no eran ni creyentes judíos. Estos
“auténticos falsos conversos”, odiaban a los “observantes”, y fueron los que
indujeron a las autoridades para que los expulsasen. Pero como el que juega con
fuego acaba quemándose, también acabaron siendo expulsados.
Y para terminar cuatro cosas: los nativos españoles
estaban hasta el moño de estos tinglados judíos que no traían más que
problemas. Probablemente una de las razones de su expulsión haya sido ésta.
Otra: ¿cómo es que esta señora modista se acuerda de
sucesos de hace 500 años, y no se acuerde, o no diga nada, de lo acontecido
ayer, cuando Hitler masacró y asesinó a millones de judíos? Como diría La
Bombi, ¿por qué será?
La tercera: no se entiende muy bien cómo un periódico
que se autocalifica de “independiente” permita que una indocumentada insulte
gravemente a unas de las personas más destacas de nuestra Historia, llamándola “canalla,
esa cabrona, ese ser repugnante que tanto daño hizo a España”, al mismo
tiempo que también decía “a España le hubiese ido mejor si ese ser
repugnante no hubiera echado a los judíos”.
Y la última: ¿sabe esta señora lo dispuesto en el
Ordenamiento de 1412, que hablaba, entre otras cosas, de la prohibición a los
judíos de prestar dinero con intereses de usura?
En fin, visto todo lo anterior a lo mejor la expulsión
de los judíos no ha hecho tanto daño a España, como dice esta señora.
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