Continuamos con el tema de la enseñanza y la
educación. Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos algo
sobre educación y política.
En un verdadero sistema educativo tiene que haber dos
cosas fundamentales: libertad y justicia. Esto es obvio. Sin embargo, para los
de la internacional de la mentira, del odio y del terror (no nos casaremos de
repetir esta frase), en el momento que hablan de libertad en la enseñanza cuelgan
los sambenitos de capitalismo, liberalismo, clasismo y demás monsergas de
siempre. Por otra parte, a estos “internacionalistas” les gusta hablar de
justicia, omitiendo que lo que persiguen en la enseñanza no es justicia, sino
socialismo, colectivismo, estatismo, valiéndose de manipulación de datos,
tergiversaciones, ocultaciones de la realidad, exaltación de factores
emocionales, etc, etc.
La verdadera libertad de enseñanza es el revulsivo
contra el totalitarismo estatal, significando que la sociedad no tiene por qué
estar absorbida y dominada por el Estado, por mucho que se hable de “gestión
democrática”. La verdadera “gestión democrática” es la de una sociedad que
puede, si así lo decide y desea, sustituir a los gestores, delegados, “tutores”
y “asesores” del Estado, que persiguen, entre otras cosas, la estatalización de
la enseñanza; un espacio único para todo el alumnado; un solo tipo de escuela,
amén de un solo programa y unos libros de texto únicos también y, por supuesto,
un solo equipo de educadores.
En la próxima entrega veremos someramente algo sobre
la economía de la educación.
Continuará.
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