Con esta entrega terminamos con el tema de la enseñanza y la educación. Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos algo someramente sobre la economía en la educación.
Como ya habrán visto y oído, muchos millones de españoles defendemos un modelo libre de educación y enseñanza, como se requiere en una verdadera sociedad democrática, en donde el pluralismo y la diversidad sean reales, y no unos simples lemas propagandísticos.
Se omite y se calla que la enseñanza pública es
muchísimo más cara que la concertada que, como recordarán, fue establecida por
el PSOE en 1985 durante el gobierno de Felipe González Márquez, que se dio cuenta
que el Estado se ahorraba miles y miles de millones de las antiguas pesetas.
Pero ahora, en esta España esto no se tiene en cuenta,
ya que estamos en manos de gente que defiende ideologías opuestas a la libertad
de enseñanza, deseando y persiguiendo que los centros no estatales
desaparezcan. Más totalitarismo no se puede pedir. El mismísimo Lenin, después
de la revolución de octubre de 1917, mostró su gran preocupación por el tema,
llegando a decir que la falta de control de la enseñanza por parte del Estado,
podía poner en peligro la revolución ¿Estaremos ahora en esta situación? Tal
parece ya que, como está demostrado, uno de los proyectos social-comunistas es
transmitir la idea, muchas veces de forma subliminal, que “el pueblo soberano”
tiene que profesar una sola concepción y pensamiento de carácter
político-ideológico sobre la sociedad, la vida, el ser humano, etc, etc.
En fin, si llegamos a la situación en donde la
enseñanza y la educación no sean la que quieren los padres, sino las que
imponga el Estado, llegaremos a una sociedad manejable como si fuese un
auténtico redil, y a una injusta manipulación y manejo de las conciencias.
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