Como ya saben,
nos gusta “recuperar la memoria histórica”, pero la reciente. Como siempre,
vamos a ello.
A finales de 2011,
la individua Leticia Ortiz, ex fumadora de porros, republicana, agnóstica y de
izquierdas (¿?), en su viaje a Chile, y en presencia del escritor Pablo
Simonetti, manifestó que estaba "muy contenta con una España que respeta los derechos de las personas y que considera a todos
sus ciudadanos como iguales".
¿Iguales? ¿Acaso son ella y su familia,
incluido al augusto (ver la tercera
acepción de este vocablo en el Diccionario de la RAE) patrón del “Bribón”, son iguales
al resto delos españoles y comparten, mientras están de viaje, cazando
elefantes o esquiando, las angustias del pueblo soberano que no tiene trabajo,
incluso vivienda, y que no tiene, asimismo, los recursos suficientes para
llegar a fin de mes?
Además, le entra a uno un cierto repelús,
cuando ve a esta individua con su extrema delgadez voluntaria, cual tobillo de
una mosca, mientras muchas personas exhiben
dicha delgadez por insuficiencia de recursos económicos.
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