Como ya sabrán, Andrés Perelló, secretario de Justicia
y Nuevos Derechos de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, que estos días se
encuentra por aquí, anunció en la localidad de Teverga que piensa llevar a la
Ejecutiva un nuevo proyecto para comenzar cuanto antes una nueva ley de la
memoria histórica zapateril.
Nosotros desde este modesto blog, vamos a ayudar a
este nuevo PSOE para que consiga su “nuevo proyecto”.
Y comenzamos con lo que nos dice Manuel Azaña, nada
sospechoso de fascista, en su libro “Causas
de la guerra de España”, prologado por Gabriel Jackson, Biblioteca de
Bolsillo, Editorial Crítica 2002, 163 páginas incluido Índice.
En las páginas 24 y 25, nos dice Azaña:
“Las
clases mismas estaban internamente divididas. La porción más adelantada del
proletariado, formaba dos bandos irreconciliables. La Unión General de
Trabajadores (UGT), inspirada y dirigida por el partido socialista (SEIO), se
distinguía por su moderación, su disciplina, su concepto de responsabilidad. Colaboraba
con los organismos oficiales (incluso durante la dictadura de Primo de Rivera),
aceptaba la legislación social. La organización rival, Confederación Nacional
del Trabajo (CNT), abrigaba en su seno a la Federación Anarquista Ibérica (FAI),
rehusaba toda participación en los asuntos políticos, repudiaba la legislación
social, sus miembros no votaban en las elecciones, practicaba la violencia, el
sabotaje, la huelga revolucionaria. Las luchas entre la UGT y la CNT, eran
durísimas, a veces sangrientas”.
En otro párrafo, continúa Azaña:
“La
República heredó también de la monarquía el problema de las autonomías
regionales. Sobre todo, la cuestión catalana venía siendo, desde hacía treinta
años, una perturbación constante en la vida política española”.
A ver si en este “nuevo proyecto” figura esto que nos
cuenta Azaña.
En la próxima entrega seguiremos viendo lo que nos
dice D. Manuel en este libro.
Continuará.
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