jueves, 14 de junio de 2018

Ocurrencias ( I )


Hay, y hubo, muchas personas ocurrentes que han tenido, y tienen, unos “golpes” de verdadero ingenio. Entre estas personas se podrían citar, por poner sólo unos pocos ejemplos, a Groucho Marx, Albert Einstein,  Mark Twain, o al fallecido genio español Mingote. Como pensamos que los “golpes” de estas personas son sobradamente conocidos, escogeremos otros no menos chistosos y ocurrentes.


Como sabrán, Temístocles fue un estadista y militar ateniense que vivió entre los siglos VI y V a. de C., convirtiéndose en un auténtico héroe por la batalla de Salamina, en la que venció a los persas. Dicho esto, en una ocasión le dijo a su hijo:

“Alégrate, porque eres el hombre más influyente de Grecia”. Como es de suponer, el hijo, que por aquel entonces era muy joven, quedó enormemente sorprendido, y le preguntó a su padre que  por qué le decía aquello. Temístocles respondió:
 

“Hijo, Atenas domina Grecia; yo domino a Atenas; tu madre me domina a mí y tú haces lo que quieres de ella, que sólo tiene ojos para ti, por eso, tú dominas el mundo”.

No menos ocurrente fue Sócrates cuando un comerciante le pidió que educase a su hijo, preguntándole que cuánto le iba a cobrar por  tal educación. Cuanto Sócrates le dijo el importe, al comerciante le pareció caro, y le dijo al filósofo:

“Tened en cuenta que con esa cantidad puedo comprar un buen burro” a lo que replicó Sócrates: “Hacedlo y tendréis dos asnos en casa”.



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