Así se intitula el
libro de Dominique Lapierre, Editorial Planeta, S.A., 2005, 181 páginas,
incluido Índice.
Antes de nada, decir
que nos alegramos de que muchos amigos y lectores hayan comprado este libro.
Como os decía, es una magnífica obra que no tiene desperdicio. No tenéis que
darme ningún tipo de gracias. Habrá que dárselas a Dominique Lapierre.
Como decíamos en la
anterior entrega, en ésta última comentaremos algunas fotografías que aparecen en
el libro que denotan la falsedad y mentiras del sistema.
Hay una foto intitulada
“En las playas del Mar Negro donde ligan bronce los privilegiados del
régimen”.
A continuación se lee:
“Para tener derecho a permanecer veintiún días
en uno de los antiguos palacios del litoral soviético, los veraneantes deben
pagar un mes de salario a su sindicato”. Sin comentarios.
En otra foto intitulada
“Dos desafíos lanzados públicamente a las
autoridades del régimen”, se nos habla de la celebración de un matrimonio
religioso, a pesar de ser “un país que ha
convertido el ateísmo en religión de Estado”. En dicha fotografía aparece
un gran grupo de gente joven indicando, como dice el autor, que esto es “señal de que el régimen no ha podido ganar
a toda la juventud rusa para la causa del marxismo-leninismo puro y duro”.
El otro desafío de la
foto consiste en ver a un ruso besando “delante
de toda la gente la pequeña bandera francesa que adorna nuestro coche. George
Manukian, de treinta y dos años, es uno de los siete mil armenios que se marcharon
de Francia después de la guerra para establecerse en la Armenia soviética. La
elección fue un desastre. Muchos de los que intentaron huir fueron atrapados y
condenados a largos años de gulag. El gesto de Georges Manukian le ocasionó el
arresto por el KGB después de nuestra partida. Tardará siete años en ver
cumplirse su sueño: regresar a Marsella”.
Hay otra foto que lleva
por título “La alegría de saborear
nuestra proeza es rechazada por la historia”. Se lee:
“Catorce días después de nuestro regreso,
Jean-Pierre no duda en responder a la llamada del redactor jefe de Paris Match. El 30 de octubre de 1956
está en Budapest delante del cuartel general del partido comunista. Los
insurgentes de la revolución húngara se preparan para asaltarlo. Aparecen
carros soviéticos y disparan contra la multitud. Tres ráfagas de ametralladora
alcanzan a Jean-Pierre en las piernas, la espalda y el vientre”.
Ni qué decir tiene que
Jean-Pierre murió por esta ráfaga de los carros soviéticos de Kruschef.
En fin, recomendamos
leer este magnífico libro del que los de la internacional de la mentira, del
odio y del terror, no dicen ni pío, así como de otros que comentamos, y
comentaremos, en este blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario