martes, 6 de noviembre de 2018

De contrastes y privilegios


La verdad es que siente uno cierta indignación al ver la contundencia que muestran ciertos tribunales con las personas que roban o hurtan una lechuga en un supermercado, por ejemplo. Y decimos lo del repelús, porque tal actitud contrasta con la indulgencia y el mirar para otro lado cuando se trata de políticos activos o inactivos,  acusados de corrupción, robo, malversación de fondos, separatismos, etc, etc.


Por otra parte, también produce indignación el ver los privilegios de la casta política, con sus sueldazos e ingresos millonarios, además de sus dietas y jubilaciones de oro y de sus mansiones y coches de lujo, sin tener, muchos de ellos, ninguna titulación, ningún mérito y, lo que es peor, ninguna capacidad para desempeñar su cargo. Esto es una auténtica burla y un agravio para todos los españoles que pagamos sus momios, sinecuras y prebendas a costa de nuestros impuestos.

Así nos luce el pelo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog