Tal es el poder de estos dos mitómanos, que sus mentiras se publican en los medios de comunicación ad-hoc al régimen, y el pueblo soberano se cree todo lo que se dice, y no pasa nada.
Y decimos lo de mitómanos porque, como ya sabrán, el mitómano es aquel sujeto, o “sujeta”, que oculta o disfraza la realidad sin tener en cuenta las consecuencias que esto puede traer.
Este trastorno, disfraz u ocultamiento de la realidad, se hace para dar una brillante imagen de sí mismo, para conseguir sus propósitos, fines y objetivos
Este síntoma mitómano, que se puede dar por muchas causas, casi siempre lo padecen las personas pedantes, prepotentes, soberbias y pretenciosas, con lo que es muy difícil intentar ayudar a un mitómano, ya que debido a la soberbia y demás, no quiere ni intentan buscar ayuda psicológica. Ya lo decía el sabio Salomón: “La soberbia es el heraldo de la ruina”. Esta frase se está cumpliendo a rajatabla en esta desguazada y desmoronada España.
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