El literato argentino
Jorge Luis Borges, durante una comida ofrecida por escritores en agosto de
1946, decía lo siguiente:
“Las dictaduras fomentan la opresión, las
dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad; más
abominable es el hecho de que fomenten la idiotez. Botones que balbucen
imperativos, efigies de caudillos, vivas y mueras prefijados, muros exornados
de nombres, ceremonias unánimes, la mera disciplina usurpando el lugar de la
lucidez . . . Combatir estas tristes monotonías es uno de los muchos deberes
del escritor”
Ya lo decía Demócrates: “Todo está perdido cuando los malos sirven
de ejemplo, y los buenos de burla”.
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