Como ya saben, hace tiempo que se usa la expresión
“sí, o sí”, expresión que nos suena a imposición dictatorial proveniente de
fanatismos. Es algo así como que el asunto que se está tratando no tiene otra
solución, opción o alternativa. Es como decir que tiene que ser así por
dídimos.
Dicho esto, la vicepresidente Carmen Calvo, afirmó en
su día que “Las mujeres tienen que ser
creídas sí, o sí, y siempre”.
Desde luego, mayor burrada no se pude decir porque,
entre otras cosas, es saltarse a la torera la presunción de inocencia de la que
tanto hablan los sociatas y comuniatas ( I ).
Esto, y más cosas, son producto de un feminismo que se
basa en que los hombres son unos individuos malos, opresores, mentirosos,
intransigentes, etc, etc, mientras que las mujeres son las oprimidas,
maltratadas, abusadas, y son las que siempre dicen la verdad y las que tienen
razón.
En Gijón, una mujer presentó una denuncia por
violación, reconociendo al final ante la Policía, que tal violación no había
existido, ya que se la había inventado.
También
en Gijón, una mujer fue condenada por denunciar falsamente a su cónyuge seis
veces por malos tratos. El objetivo que perseguía esta individua era el cobrar
una prestación, subsidio, o como quieran llamarlo, por ser víctima de la
“violencia de género”.
El
caso de Murcia no tiene nombre. Califíquenlo ustedes como quieran: una menor
dijo que había sufrido una violación por un grupo de muchachos. Sus comentarios
sobre el hecho presentaban varias irregularidades e incongruencias de los
testigos que iban con ella, no coincidiendo con lo que estaba grabado en las
cámaras de seguridad. La menor acabó confesando que la mentada violación era
mentira. Sin comentarios.
¿Qué
pasaría si se aplicase la norma de la “ideóloga” Carmen Calvo a la hora de ser
juzgado un hombre acusado de violación, o de cualquier otra acción contra la
mujer? Que no vengan presumiendo estas “feministas” que lo que buscan es la
igualdad y la justicia. Lo que pretenden es implantar una dictadura en la que
las mujeres estén privilegiadas a la hora de denunciar ciertos hechos, mientras
que los hombres ya no tienen ni la presunción de inocencia.
¡Demencial,
querido Watson, no elemental!
Pinchen
en el siguiente enlace y verán el “sí, o sí” de la mentada Carmen Calvo.
( I ).- No comprendemos cómo los “inmortales” de la RAE admiten la palabra
sociata, y no comuniata, como ya dijimos
en otra ocasión.
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