Los que ya peinamos canas nos acordamos perfectamente de
lo ocurrido en la Polonia de los años ochenta del pasado siglo X X, cuando la
jefatura comunista de aquel país, ante la gran influencia que iba ejerciendo el
sindicato Solidaridad, que hacía que se tambalease el sistema, sistema que
terminó derrumbándose como ya saben, pues eso, dicho sindicato, que tenía una
prensa clandestina, obviamente, publicó el cartel que ven en la imagen. Más
expresivo no puede ser. Las constantes referencias que hacía la Unión Soviética
a la paz (recordemos aquello de la “pax soviética”, que solía mentar de vez en
cuando un pedante marxista infumable), quedaban ridiculizadas en esta imagen,
ya que la realidad soviética era muy otra: mentira, odio y terror.
Como ya sabrán, el periodista y escritor Alfonso Rojo, fue condenado
en 2017 por la Audiencia Provincial de Madrid a pagar 20.000 €, después quedó
en 6.000, por haber insultado a Pablo Iglesias, al que llamó “chorizo”, “mangante”
y “sinvergüenza”. Parece ser que el insulto molestó a este sujeto, aunque él,
cuando le apetece, insulta a todo bicho viviente, como cuando llamó
“gilipollas” a los votantes del PSOE y del PP.
Como recordarán, este líder leninista de “Podemos”
manifestó en su día que los puñetazos y las patadas estaban justificadas como “derecho a la protesta”.
¿Se acuerdan cuando este sujeto “podemita” en aquel
mismo año de 2017, utilizó el mismo insulto de “sinvergüenza”
contra el actual presidente gallego Feijoo? Es decir: cuando el insulto va
dirigido hacia su persona, es una falta, pero cuando él lo emplea contra otra
persona, no. Además, manifestó que la difamación y los insultos no valen. Lo
que tiene que hacer Feijoo es recurrir a los mismos trámites legales para
obligar a este sujeto a pagar los correspondientes 6.000 € ¿No les parece?
“Recuperando la memoria histórica”, conviene recordar
lo de las patadas y puñetazos. Como ya sabrán, aunque de esto se comente poco y
se encubra mucho, el concejal de Podemos Andrés Bódalo, fue condenado a tres
años y medio de prisión por agredir a patadas y puñetazos en 2012 a otro
concejal del PSOE. Si la violencia verbal, y la difamación y los insultos no
valen, para este leninista líder de Podemos, la violencia física sí debe de
valer, ya que no hizo la más leve crítica sobre el comportamiento brutal de su
correligionario.
Comentar también que el mentado Bódalo era reincidente
en sus actuaciones violentas, ya que en el año 2010 asaltó la Consejería de
Agricultura, y unos años antes había destrozado una heladería en Úbeda.
Y para terminar ya saben cómo reaccionó este leninista
podemista ante el asalto a una capilla católica por parte de la “podemita” Rita
Maestre.
En fin, esta es la paz y la violencia de esta gente.
Ustedes ya me entienden.
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