Vuelta a las andadas

No cabe duda de que Internet es uno de los mejores descubrimientos de los últimos tiempos. Decimos esto porque se puede leer la prensa de todo el mundo en tiempo real. Y no solamente la prensa “oficial” de los gobiernos, sino todo tipo de noticias que aparecen en blogs, bitácoras, páginas web, etc, etc.

Hemos leído en el último mes prácticamente casi toda la prensa mundial y llegamos a una conclusión descorazonadora: da la sensación de que la humanidad quiere volver otra vez al absolutismo, o si quieren ustedes, regresar a regímenes dictatoriales, despóticos y autoritarios, regidos por una persona o un grupo de personas que, incluso, pueden ser hasta familiares.

Si bien es cierto que las personas natural y originalmente tendemos a la libertad, ¿por qué para conservar, mantener o conseguir esta libertad haya que trabajar tan duramente, costando muchas veces vidas humanas?

Ante la crisis económica mundial, ya se oyen voces por ahí que piden el retorno a la barbarie comunista. Así, por ejemplo, en su día hubo manifestaciones en Rusia por parte de miembros del partido comunista en contra del capitalismo y pidiendo el socialismo. Estos fanáticos no se acuerdan, o no quieren acordarse, que el antiguo sistema marxista dejó en la URSS nada más y nada menos que 145 millones de pobres, aparte de los millones de personas fallecidas por las hambrunas provocadas por la colectivización.

Putin, con su partido oficial de Rusia Unida, salió a la calle también para enfrentarse a los susodichos comunistas con el lema de “Unidad”. Pero, claro, no es una unidad que parta del convencimiento de que la unión hace la fuerza, sino una unidad controlada, orientada y dirigida por la égida de un “timonel” al más puro estilo satalinista-maoista-castrista.

La única solución para todos los problemas que aquejan actualmente a casi toda la humanidad, es el despliegue de los impulsos creativos individuales de cada persona. Pero esto va en contra de lo políticamente correcto, que piensa, dice y transmite que una pandilla de individuos, generalmente inexpertos, torpes y fanáticos, pueden regir los destinos de la sociedad a su modo y manera.

Incluso en los Estados Unidos, parece que se alzan voces para que papá Estado soluciones todos los problemas. Bien es verdad que esta, digamos, esperanza puesta por el pueblo norteamericano en el Estado, no es del tipo totalitario marxista-leninista-gramsciano que tanto desastre trajo al mundo.

Concretamente en Europa parece que se mira a la libertad con cierto reparo y desconfianza. De esto se dan cuenta los de los “ventiladores” que, con su potente batería mediática, tiran del manual del agit-prop que nos dice que el Estado es el gran benefactor y, por tanto, tiene que ser dueño de todo. Así, por ejemplo en Cuba en donde el poder absolutista del Estado en manos de cuatro es omnipresente y brutalmente represor, se transmite al pueblo subliminalmente y sin que se cuenta de ello, que la crisis económica viene a ser como el suplente de la guerra: es decir, de ahí vienen los famosos “períodos especiales” castristas pidiendo sacrificios al pueblo, o limitando sus derechos, mientras la “nomenklatura” vive a cuerpo de rey.

No lo olvidemos: con la actuación de la persona individual, con su creatividad y su actividad, es la única manera con la que se puede conseguir la evolución y el progreso y salir del marasmo moral, social, político y económico en el que nos encontramos.