miércoles, 11 de septiembre de 2019

“Podemos” podar ( I V )



Y continuamos con el “programa”.

En lo referente a terrorismo y seguridad, proponen “Fin de las políticas antiterroristas y de seguridad ciudadana que vulneren la libertad de expresión, derechos de asociación, manifestación y protesta”.

La verdad es que esto no tiene nombre ya que, entre otras cosas, es una burla y una ofensa para las víctimas del terrorismo. Y lo de siempre: ¿en qué país comunista hay “libertad de expresión, derechos de asociación, manifestación y protesta”.

En cuanto a la religión, la cosa es incalificable. Hablan en el programa de
“eliminación de los privilegios fiscales de la Iglesia Católica».

Vamos a ver, ignorantes: la Iglesia no depende en absoluto de los fondos públicos para su sostenimiento y mantenimiento. Las tres cuartas partes de su financiación proceden de los donativos de los fieles,  y la cuarta parte restante viene de la casilla “X” del IRPF, casilla que marcan más de 9 millones de españoles.

Por otra parte, estos tipos ignoran el acuerdo de financiación firmado en el 2006 con el gobierno socialista de Zapatero, acuerdo que supondría que la Iglesia no recibiría ni un euro en el caso de que los españoles dejasen de marcar la casilla “X”.

Al mismo tiempo, la Iglesia carece de privilegio alguno en lo que respeta al IBI. Si bien es verdad que no lo paga, tampoco lo pagan muchas organizaciones no gubernamentales, ya sean federaciones deportivas, fundaciones, etc, etc, que de alguna manera contribuyen al bien común.

Y siguen con el odio a la Iglesia, ya que proponen “la desaparición de todos los marcos normativos que promuevan la actuación de las organizaciones religiosas en las estructuras públicas».
Esto es una burrada, ya que supone saltarse a la torera el artículo 16 de la Constitución que dice:

Artículo 16
1.   Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
2.   Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3.   Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.

En fin, sin comentarios.

Continuará.



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