En esta pasada campaña electoral, como en todas las
anteriores, todos los sujetos y “sujetas” que se presentan para sentarse en la
poltrona, lo hacen con una verborrea, amén de populismo, demagogia y
logomaquia, con el objeto de captar el voto del “pueblo soberano”.
Presentan sus “proyectos”, ya sean económicos,
políticos o sociales, como los mejores para el mentado “pueblo soberano”,
diciendo que tales “proyectos” se van a cumplir minuciosa y concienzudamente. Hay
que conservar la imagen pública, oiga, aunque “El perro del hortelano”, aún no
ha aclarado lo del “doctorado”.
Este “doctor” y su complexo, hablan constantemente de
grandes obras sociales e inversiones, así como de un salario base para los
españoles . . . bueno . . . y para algunos más que no han dado golpe en toda su
vida, algunos de ellos vagos y maleantes, a los que les vendría muy bien la Ley
de Manuel Azaña.
También hablan de aumento de pensiones, de trabajo
para todos, etc, etc. La pregunta surge inmediatamente: ¿de dónde van a salir
los medios y recursos para hacer todo esto?
Por otra parte, este gobierno de ineptos, no hace ni
puñetero caso de las advertencias que le ha dado el Banco de España, como son,
por ejemplo, el bajo índice de producción industrial, o la bajada del turismo,
inferiores al año 2.018, amén de la disminución del empleo.
En fin, así estamos. Toto esto se esconde y omite. Llevamos
el mismo camino que en los tiempos del Bobo Solemne. Hay que controlar, oiga.
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