lunes, 6 de abril de 2020

Precio excesivo



España multigobernada

Sí, lo sé, aquí se expresan opiniones personales; de eso soy plenamente consciente, no tengo duda ninguna, pero si yo digo que el pueblo llano español, el ciudadano normal, opina que está pagando un precio excesivo y al tiempo recibiendo un desproporcionado castigo en todos los aspectos por la ambición de un solo hombre de mantenerse en el poder, no creo que esté exponiendo algo que no  se está haciendo evidente y palpable.

El espectáculo que nos están dando un día y otro día los componentes del bi-gobierno elaborado para complacer a todos los que hicieron posible la toma del poder de la forma más artificiosa e injusta de nuestra historia, es algo que conduce al bochorno y a la vergüenza, solamente contemplando la supina ignorancia de unos y unas, y la inoportunidad y absurdo de las ideas y proyectos que, en el uso de su autoridad se les van ocurriendo a otros y otras.

De carcajada serían estas ideas y estos proyectos si no fueran acompañados del peligro de que sean puestas en práctica para desdicha y ruina tanto de nuestra cultura como de nuestra economía y, naturalmente, del simple discurrir de nuestras vidas en las que se está sembrando un desconcierto tal que a veces nos hace pensar si todo ello no será más que un mal sueño o una desgraciada pesadilla.

Por poner un ejemplo fijémonos en esa pretendida ley sobre la igualdad de sexos que se está elaborando entre discrepancias lógicas a causa de tanto ministerio y tantas competencias: sin tardar mucho, al despreciar esa ley con tanta insistencia y sapiencia la ley natural, parece que ya no vamos a saber, de una mujer encinta, si va a ser madre de un hijo o de una hija (ecografías inútiles) ya que el sexo debe ser elegido a posteriori (tendrán que fijar fechas para su elección) por el que en su un momento fue neonato.

Y no sé cómo se me ocurre hablar de madre pues a causa de esa elección sexual ¿qué persona será madre y qué persona será padre? ¿Habrá madres para dar a luz? o ¿las cambiaremos por unas máquinas mixtas, compuestas de padre y madre fabricadas por los últimos adelantos de las ciencias para poder perpetuar la especie, cosa ahora, según estos planes, en evidente peligro? Y continuará el problema, porque esas nuevas parientes, quiero decir, paridoras, darán a luz unos seres asexuales o asexuados o mejor varisexuantes o multisexsuantes lo que significaría según nuestra semántica, con capacidad y posibilidad   de elegir sexo. Astarté nos asista.

Con tanta y tan insistente y demagógica por añadir un adjetivo, defensa del género femenino, todas estas ocurrencias parece que van a traer como consecuencia su extinción y, naturalmente, también la del otro, el masculino, portador, según estos nuevos representantes de la biología más avanzada, de todos los defectos y maldades terriblemente nocivos y perniciosos desde los albores de la civilización.

Y si estos nuevos modos siguen avanzando ¿por qué no imaginar que llegará un momento en que podamos elegir la especie? Lástima que esto va a llegar tan tarde pues a mí me hubiese gustado ser un león africano, melenado o melenudo y fiero o, por ir al otro extremo, un grácil y colorido colibrí ermitaño golirrayado de Guatemala.

Desde luego, difícil nos va a resultar digerir tanta ocurrencia de este tenor o parecido, pues lo dicho anteriormente representa solo una muestra de lo que tanta mente dispuesta a lucirse podrá ser capaz de discurrir con su fantástica imaginación suelta, libre o mediopensionista.

Y no terminaré sin repetir lo que declaraba al principio: a los ciudadanos de a pie, la sobreabundancia de dirigentes colmados de tan dudosas como inútiles acreditaciones, junto con sus brillantes ideas, nos está costando un precio excesivo.

Francisco Alonso-Graña del Valle


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog