sábado, 8 de diciembre de 2018

Ni limpia, ni fija y ni da esplendor ( y I I )



Dado que está permitido confundir el género gramatical con el sexo de las personas, como ya hemos visto en otros artículos, nos extraña que la “ye” (i griega), no se llame “ya”. Ya me entienden. No sabemos cómo calificar la permisividad en las faltas de ortografía . . . aunque, claro, puede que todo esto obedezca a la “socialización” de la ignorancia y de la estulticia por mor de esa “culturilla urbana” que tanto daño está haciendo, y de la que los “inmortales” no dicen ni mu. Fíjense en el siguiente ejemplo.


Una ínclita mujer, en este caso doña Lucía Echevarría, ganadora nada más y nada menos que del premio Planeta del año 2.004, en su 53ª edición, y dotado con 600.000 €, con su obra “Un milagro en equilibrio”, ha manifestado que la palabra “murciélago” es la única que tiene cinco vocales en nuestro idioma. La verdad es que no nos entra en la cabeza cómo se puede decir esto. A esta señora le podemos contar el siguiente cuento:


Había una vez un “abuelito”,  “republicano” de pro, de profesión “arquitecto”, aunque también había estudiado algo de ingeniero “metalúrgico” que, después de tomar su “consuetudinario” café mañanero, se dedicaba con  “auténtico” cariño, gran “euforia” y exquisita “educación”,  a contar a sus  nietos unas historietas que tenía anotadas en un “cuadernillo” que, según decía, se las había transmitido su “bisabuelo”. El abuelo, gran “gesticulador”, además de gran “comunicante”, preparaba las historietas de forma “concienzuda”, a pesar de  haberlas “estudiado” con anterioridad, para que dichos nietos no le diesen el “esquinazo” por “duodécima” vez. Los jóvenes se llamaban “Eustaquio”, “Eustasio”, “Eufrasio”, “Aurelio”, “Exuperancio” y “Eulalio”. 


El nieto pequeño tenía más “entusiasmo” por las matemáticas. Le hizo una proposición al abuelo en forma de  “enunciado”: casi todas las letras del abecedario tienen palabras que contienen las cinco vocales. “Déjate de contarnos  esas historietas y dinos lo que te he propuesto, aunque sea un tanto “peliagudo” para ti. El abuelo aceptó el reto.


A.- Abuelito, acuífero, adoquines, auténtico, aguerrido . . .


B.- buscapleitos, bisabuelo, bufonería, blanquecino . . .


C.- cincuentona, concurrencia, congruencia, centrifugado, consecutiva, cuestionar, curiosear . . .


D.- descuidado, depuración, degustación, desahucio, droguería . . .


E.- ensuciado, enunciado, educativo, ecuación, enquistado, equivoca, esquiador . . .


F.- funerario, feudalismo, fecundación . . .


G.- gesticulador, galleguismo, gubernativo, guitarrero . . .


H.- Hipotenusa . . .


I.- irresoluta, impetuosa, incestuosa . . .


J.- jerárquico


L.- lloriquear, leguminosa . . .


M.- meticulosa, manutención, muestrario, menstruación . . .


N.- neumático, neumonía, numerario, numeración, niquelado . . .


O.- opulencia, orquídea, ocurrencia . . .

P.- paquidermo, perduración, peliagudo, parquímetro, perjudicado, porquería . . .


Q.- quijotesca, quinceavo


R.- refugiado, regulación, repudiado, reumático, riachuelo . . .


S.- secundario, superiora, superlativo, sanguíneo, sustentación . . .


T.- tertuliano, turbamiento, truncamiento . . .


U.- unipersonal, ulceración, untamiento . . .


V.- ventrílocua, vulneración, vestuario . . .


Al terminar el abuelo, el nieto pequeño le dijo: “Abuelo, en la letra “m” te has comido “murciélago”. “Tienes razón:  me había “descuidado” un poco”.


Como habréis observado, las palabras entrecomilladas tienen todas la cinco vocales.


Y terminamos con algo gordo. La palabra prosopagnosia, del griego πρόσωπον: aspecto, y de ἀγνωσία: desconocimiento, no viene en el Diccionario de la RAE. Dicha palabra fue definida en 1.947 por el médico Joachim Bodamer como: “interrupción selectiva de la percepción de rostros, tanto del propio como del de los demás, los que pueden ser vistos pero no reconocidos como los que son propios de determinada persona”. Es decir, enfermedad del cerebro que impide reconocer las caras de las personas, ya sean familiares, amigos, etc. Tal concepto es de uso común en medicina y en psicología.


Pero, claro, y como ya hemos visto en otro artículo, “los inmortales”, prefieren admitir culamen, sociata, pepero, etc. ¡Demencial, querido Watson! (Permítasenos parafrasear a Arthur Conan Doyle, sustituyendo elemental por demencial).




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