En nuestro anterior artículo
habíamos hablado de “procesos de paz” y de “treguas”.
La verdad es que tales
palabras suenan muy bien. Da la sensación de que, como en casi todos los
procesos, el rumbo y camino a seguir discurre por sendas tranquilas, libres de
traspiés jurídicos, con ausencia de violencia y exentas de cualquier
procedimiento penal. Y al final del túnel, ¡la paz! Pero, ¡ojo!, no la paz
conseguida por la derrota del enemigo, no. Es la paz sin vencedores ni vencidos,
conseguida a través del diálogo político. Por tanto, no hay que obstruir dicho
proceso porque entonces, ya se sabe, serás un facha, un enemigo del pueblo, un
reaccionario, etc.
Lo que está por ver son las
razones y qué es lo que hay detrás de ese diálogo.
Nos dicen que los asesinatos,
secuestros, atentados, intimidaciones, etc, etc. perpetrados contra miles de
personas y sus familias, se arreglarán ¡Faltaría más! ¿Y cómo se arreglarán?
¿Pagando los culpables? No, oiga, que entonces ponemos trabas y dificultades al
“proceso de paz”.
¿Y qué nos dicen de los
objetivos del terrorismo? Pues nada. Lo de la autodeterminación, lo de
Iparralde y Navarra, son “pecata minuta”.
La verdad es que no
comprendemos muy bien cómo se puede hablar de “proceso de paz” y de “tregua”
cuando, gracias a las bandas, se está consiguiendo, entre otras cosas, el
desmantelamiento de España por “procesos” políticos. Ustedes ya me entienden.
Como ya saben, se está
gestando en “Catalonia” una nueva “Terra Lliure” que está amenazando a las
fuerzas se seguridad con el siguiente “slogan”: “Os vamos a sacar a tiros y a bombas”, a la vez que anima a “cazar españolitos”
En fin, y como ya saben, los
nacionalismos llevan muchos años adoctrinando y manipulando la Historia. Y así
llegamos a donde llegamos.
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