De todas las palabras que se emplean en asuntos políticos, quizá la de democracia sea la más usada, aunque está siendo desvirtuada por todos esos “pensadores químicos” que escriben de oídas y mirando para el panel ideológico. Probablemente más que desvirtuarla, lo que están haciendo es destruirla.
La democracia tiene un gran inconveniente, cual es el que, tras unas elecciones, se implante un gobierno con mayoría total y absoluta, gobierno que se convertirá automáticamente en autoritario. Como paradigma, aunque haya habido otros muchos en la Historia, ahí está el de Hitler, que llegó al poder mediante y después de unas elecciones libres e impecables, convirtiéndose en un criminal dictador que no solamente acabó con todo tipo de libertades, sino que eliminó a la oposición y terminó destruyendo al propio sistema que había creado.
Para que una democracia sea verdadera, los que ejerzan el poder no deben de hacerlo sin límites y, sobre todo, tienen que respetar la libertad individual. Tiene que haber también una auténtica separación de poderes para que la Ley campe por sus respetos y no acampe sin ningún respeto.
¿Me entienden lo que quiero decir?
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