jueves, 19 de enero de 2012

La Ópera ( I X )


ARGUMENTOS DE ALGUNAS ÓPERAS

TOSCA

(Autor: Giacomo Puccini - Actos: III)
     
 Ópera basada en el drama del mismo nombre de Victorien Sardou (1.831-1.908)


Personajes.-  Floria Tosca, famosa cantante (soprano); Mario Cavaradossi, pintor, amante de Tosca (tenor); barón Scarpia, jefe de la policía (barítono); Angelotti, un revolucionario fugitivo (bajo); un sacristán (barítono o bajo); Spoletta, agente de policía (tenor); Sciarrone, policía (bajo); un carcelero (bajo); un pastor (voz de niño o mezzosoprano); varios papeles mudos, entre ellos un cardenal,  un ayudante del torturador llamado Roberti, un abogado; damas, soldados, pueblo, etc

Lugar y época.- Roma, verano de 1.800.

Argumento.- En esta ópera tampoco hay obertura. Tres fuertes acordes de la orquesta, se convierten en el "leitmotiv" del canalla Scarpia, pero adelantan también algo de la violencia argumental.

La acción comienza en la iglesia San Andrea della Valle de Roma. A un lado está la capilla privada de la familia Attavanti, y delante de ella el caballete de un pintor con un cuadro, que se encuentra cubierto. Angelotti, un perseguido político, entra atropelladamente en la iglesia, huyendo de la prisión y buscando la llave de la capilla, que su hermana, la marquesa Attavanti, ha ocultado para que Angelotti la recoja. Nada más entrar, aparece el sacristán, que ha oído ruidos. Acto seguido entra Cavaradossi, que está pintando un cuadro de la Virgen, a quien le da rasgos de la rubia marquesa, a la que ve asiduamente. Se sitúa ante el caballete contenplando su obra, que compara con un medallón de su amada, la famosa cantante Floria Tosca.

El aria finaliza con una apasionada declaración de amor a Tosca. El sacristán se santigua. Desde la capilla, Angelotti espía para vigilar que el campo esté despejado y reconoce con gran alegría a su amigo Cavaradossi. Ambos odian a Scarpia, que es el tirano de Roma. A continuación se oyen unos pasos y Angelotti, a quien Cavaradossi le entrega una cesta con comida, vuelve a esconderse. Tosca, al ver las puertas cerradas y la turbación del pintor, se mosquea y va a visitar a su amado.

Cavaradossi  la tranquiliza. Conciertan una cita para aquella misma noche, después de la representación en la que debe cantar Tosca. Sin embargo, Cavaradossi parece distraído, y las sospechas de Tosca resucitan, tanto más cuanto que advierte que la Virgen del cuadro se parece a la marquesa de Attavanti. Pero el pintor jura que sólo la ama a ella y promete ponerle ojos negros a la Madre de Dios, como los de Tosca. Apenas se ha ido la cantante, Angelotti sale de su escondite. Un cañón dispara en la fortaleza y los dos amigos se estremecen. Se ha descubierto la fuga. Probablemente estén cerradas todas las calles. Cavaradossi indica al amigo el camino de su casa de campo, en cuya fuente puede esconderse de la policía. Entonces cobra vida la iglesia; la multitud está alegre por una derrota sufrida por Napoleón. También aparece Scarpia, para buscar el rastro del fugitivo. Hace inspeccionar todos los rincones. En la capilla de los Attavanti descubren un abanico de la marquesa y la cesta de Cavaradossi. Cuando regresa Tosca para proponer a su amado algunos cambios en el enuentro de aquella noche, el demoníaco Scarpia aprovecha con gran habilidad la ausencia del pintor y los indicios encontrados para producir en Tosca, a pesar de la aversión que siente por él, un violento ataque de celos. Tosca sale corriendo para sorprender en la casa de campo de Cavaradossi a la supuesta pareja de amantes, y los esbirros de Scarpia la siguen en secreto. Entre tanto a comenzado el Te Deum. Con sus sonidos solemnes se mezcla el canto brutal de Scarpia, que parece estar cerca de sus dos objetivos: atrapar al enemigo fugitivo y poseer a Tosca, a la que desea desde hace mucho tiempo.

El acto segundo se desarrolla en el palacio Farnese, en las habitaciones de Scarpia. Éste espera impaciente las noticias de sus esbirros. De los suntuosos salones en que se interpreta una cantata victoriosa, con la participación de Tosca, llegan los sonidos a la habitación en que Spoletta rinde su informe. El fugitivo no ha sido encontrado, pero Cavaradossi ha sido detenido por sospechoso. Llevan al pintor, que lo niega todo. Scarpia lo amenaza con la tortura. La voz de Tosca se oye cada vez con más nitidez. Scarpia se enfurece y cierra la ventana. El interrogatorio comienza de nuevo, pero Cavaradossi no dice nada.

Aparece Tosca, a la que llevan por orden de Scarpia. Se arroja en brazos de Cavaradossi. Antes de que lleven al pintor a la cámara de tortura, puede susurrarle que guarde silencio a toda costa.

Scarpia invita galantemente a la cantante a que tome asiento. Tienen que hablar como buenos amigos, dice. Pero la escena se convierte rápidamente en una de las más horrorosas y repugnantes (aunque mejor construidas) de la ópera. Scarpia es cada vez más amenazador. Tosca se echa a temblar cuando oye los gritos de dolor que profiere su amado en la contigua cámara de tortura. Scarpia no se compadece: ordena a sus esbirros que utilicen métodos cada vez más crueles. Por último, Tosca se desploma: "En el jardín..., en la fuente...", balbucea con profundo dolor. Llevan a Cavaradossi herido y sangrando. Scarpia ordena en voz alta apresar a Angelotti, que se encuentra en la fuente de la casa de campo de Cavaradossi. Éste vuelve en sí y cubre a su amada de reproches. Un mensajero lleva la noticia de la victoria de Napoleón en Marengo. El pintor se levanta con las escasas fuerzas que le quedan y entona un himno triunfal a la libertad. Scarpia ordena que se lo lleven: es amo de la situación. Pide a Tosca que cene con él aquella noche, su voz se vuelve dulce y codiciosa. La cantante intenta salvar con dinero la vida del amado. El tirano se ríe despectivamente. A las mujeres hermosas les exige otro precio. Fuera, un sordo redoble de tambores anuncia un consejo de guerra y muerte. Tosca suplica desde lo más profundo de su corazón. Scarpia se sabe vencedor: la vida de Cvaradossi a cambio de una hora de amor. ¡Cuánto tiempo ha esperado este instante!.

Tosca está a punto de desplomarse. Por último, parece dispuesta al sacrificio. Scarpia le promete a cambio salvoconductos para salir de Roma. Mientras Scarpia va a preparar los papeles, Tosca, muy angustiada, se arrodilla, y de su corazón surge una conmovedora plegaria: "Vissi d'arte, vissi d'amore".

Entra Spoletta e informa de que Angelotti se ha suicidado en el momento de su detención. Todo está preparado para la ejecución de Cavaradossi. Desaparece la última resistencia de Tosca. Scarpia hace como que da otras órdenes. La ejecución será fingida: a continuación se permitirá que el pintor abandone el país con Tosca. La cantante ha observado cada gesto del odiado enemigo, que parece preparar los supuestos salvoconductos. Es como un ave de rapiña que lucha con sus últimas fuerzas por conseguir algo. Casi en trance ha empuñado una daga que hay en la mesa. Y cuando Scarpia se vuelve hacia ella y se acerca para abrazarla, le clava el puñal en el pecho. El tirano cae, implora todavía con voz ahogada por su vida. Tosca lo mira sin compasión, como paralizada por una emoción horrible. Por último, Scarpia entrega su negra alma y la rigidez de Tosca se suaviza convirtiéndose en una melodía casi de reconciliación.

Tosca arranca de las manos del muerto el salvoconducto que salvará su vida y la de Cavaradossi. Toma dos lámparas y las pone en el suelo, a ambos lados de la cabeza de Scarpia. "Y ante este hombre temblaba toda Roma", susurra antes de abandonar la sala.

El acto tercero se desarrolla en la fortaleza. Amanece. Un pastor saluda el nuevo día con un antiguo canto popular. Por todas partes despiertan campanas. Cavaradossi tiene aún una hora de vida. Ha pedido un papel y escribe una carta de despedida a Tosca. Los recuerdos dan forma a una de las arias para tenor más famosas, que comienza con un recitativo ("E lucevan le stelle), para pasar luego, al recordar las horas de amor, a una melodía infinitamente amplia y nostálgica ("O dolci baci").

Aparece Tosca muy excitada. Rápidamente relata lo sucedido. Cavaradossi apenas lo puede creer, mira una y otra vez sus manos bellas y delicadas. ¿es posible que hayan matado al tirano de Roma?.

Tosca instruye rápidamente a su amado sobre cómo debe comportarse en el simulacro de ejecución; en ese momento deber ser él quien demuestre talento de actor. Lúgubres tambores interrumpen la conversación de los amantes. Forma el pelotón de fusilamiento. ¡Cuánto tardan los preparativos!. Por fin, los disparos. Cavaradossi cae. Tosca teme que se incorpore demasiado pronto, antes de que los soldados se hayan marchado. Entonces lo llama, al principio suavemente, luego con voz más fuerte y angustiada. Se acerca corriendo, ve la sangre que brota del corazón. Scarpia la ha traicionado: la ejecución ha sido auténtica. Voces que se aproximan hace que levante la cabeza, inclinada sobre el cadáver de su amado. Son los esbirros del tirano que van a apresarla. Rápidamente sube al muro y se arroja al vacío.
 

Historia.- El proyecto de Puccini de poner música al drama de Sardou data de 1.889, cuando lo presenció en Milán, sin entender los detalles, con Sarah Bernhardt en el papel protagonista. Sin embargo, fuertes objeciones al argumento lo hicieron vacilar una y otra vez. Sólo después de muchos años pidió a sus libretistas habituales una refundición operística. La tarea no era sencilla, pues se trataba de adaptar la obra de un autor vivo. Sardou participó en el trabajo, pero planteó en parte exigencias absurdas, por ejemplo que Tosca, al final, se arrojara al Tíber, lo que sería imposible incluso para un campeón mundial de natación. Por último, el célebre autor reconoció que el libreto tenía tanto efecto como su obra teatral.

"Tosca" conoció un éxito rotundo al estrenarse en Roma el 14 de Enero de 1.900. La obra se difundió con tanta rapidez que al año siguiente ya se representaba en Nueva York, México y Chile. A Barcelona llegó en 1.902.

Escuchen y vean a María Callas en "Vissi d'arte, vissi d'amore".


Luis David Bernaldo de Quirós Arias

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